tag:blogger.com,1999:blog-8835891781423556592024-03-12T21:02:43.722-07:00 EN TERRAZAS Y AZOTEASlorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.comBlogger765125tag:blogger.com,1999:blog-883589178142355659.post-77754295539151550682020-04-22T05:15:00.005-07:002020-04-22T05:15:53.772-07:00<span style="color: #1c1e21; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif;"><span style="background-color: white; font-size: 14px;"><b><i>MÁTAME SUAVE</i></b></span></span><br />
<span style="background-color: white; color: #1c1e21; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><br /></span>
<span style="background-color: white; color: #1c1e21; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">Cuando nadie nos quiera, no habrá quien nos hiera. Entonces, encenderemos antorchas, desandaremos caminos y no habrá nada más, que volar las cometas denominadas...destino.</span>lorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-883589178142355659.post-65765859897308938372020-04-03T12:08:00.001-07:002020-04-03T12:08:30.367-07:00Carlos Sadness - Isla Morenita en el Wizink Center (Madrid)<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="270" src="https://www.youtube.com/embed/vbzo5QeUj9Q" width="480"></iframe>lorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-883589178142355659.post-13625837747239226082020-03-30T08:49:00.002-07:002020-03-30T08:49:41.439-07:00<span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">Cuando
no me ves, es el momento exacto en que ahuyento los males pasajeros; y lo hago,
soltando, mi manifiesto delirista, aquél, que me hablaba antes, de los días no
vividos, cuando corría aquél tragicómico 1999. Sin embargo yo, no era
consciente…o no, deambulaba entre dos tierras, la de Oniria, la de Insomnia. Pero
lo que más anhelaba aunque lo negara, era, disfrutar un día en el parque, aun,
cuando no hubiera, nadie por las calles. Al fin y al cabo, soy de los que
buscan su primera combustión, una y otra vez. Por algo somos, seres únicos,
aunque las malas lenguas, digan…justamente, todo lo contrario</span>lorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-883589178142355659.post-72547021979939545192020-03-25T01:54:00.001-07:002020-03-25T01:54:03.239-07:00DE SIRIA… HASTA CRETA<br />
<br />
<br />
<ul>
<li style="text-align: justify;">Como cada mes durante el último año, tocaba recuento. Sentado en la terraza junto a
Siri, aquello se había convertido ya en un macabro ritual. Preparaba el té y tras una leve
mirada, abríamos el sobre con la esperanza de que mi suerte al fin cambiara de
dirección. Té de mango, de coco o de azahar, para empezar a contar. Primero tocaba el
turno a los leucocitos, después, les llegaba el turno al resto de células. En poco tiempo
habíamos aprendido a descifrar cada uno de los marcadores. Habíamos intentado
hacerlo con sol, con luna llena, con el sobre bajo las estrellas…pero nada. La
enfermedad avanzaba y cada vez me encontraba con menos fuerza. Siri callaba mientras
encumbraba el camino hacia la cocina con la excusa de ver qué hacía Lucas, el pequeño
Teckel que había cambiado nuestra rutina; y lo hacía para que no la viera llorar. Sin
embargo, algunos domingos hacíamos como si nada y bajábamos los tres hasta la playa
aprovechando cualquier rayo de sol. Tomábamos algo en cualquier terraza y la vida
parecía continuar amablemente. El mundo seguiría igual sin mí, pensé. Tampoco había
aportado gran cosa y aquellas macetas bajo la ventana seguirían creciendo sin mis
cuidados. Mis cosas serían donadas y pronto otro ocuparía mi lado del colchón, porque
Siri, no sabía estar sola. A menudo, su pragmatismo se hacía punzante y mi entusiasmo
ordenando las fotos de nuestros viajes, se quedaba para mí. Me gustaba observarla
cuando no estaba atenta. Pequeña y menuda, con su pelo rubio y el sigilo en cada uno de
sus movimientos. La playa por su parte, seguiría igual, como un pergamino y las tareas
inacabadas y todo lo desordenado cuyo orden únicamente yo sabía, en el primer
contenedor. Pero los días de primavera, se iban sucediendo apacibles, pues ya la batalla
solo era conmigo, ceder a una realidad. Aprovechaba el tiempo en que ella no estaba en
casa para recorrer la biblioteca y el centro cultural. Aquello se había convertido en lo
menos rutinario para mi espíritu nómada. Fue una de aquellas mañanas, antes del
siguiente ciclo de mi tratamiento, cuando el orden y la paz con la que había ido forjando
aquellos días, se estrelló contra el suelo, contra mi frente y mi pecho. Desecho lo que
creía y yo convertido en amasijo de hierros o en muñeco de plastilina. Una de las
imágenes que decoraban uno de los largos y blancos pasillos llamó mi atención. Se
trataba de un hombre con aspecto de chamán, con la barba desaliñada y el pelo largo.
Parecía mirarme desde algún otro universo, con una extraña e inusual profundidad.
Parecía querer enviarme un mensaje desde algún lugar. No había nombre del autor de la
foto, ni del retratado en ella. Decidí hacer una captura con el móvil y subir a la
biblioteca. Allí, pregunté acerca de la fotografía, pero nadie parecía saber nada. Un
misterio por desentrañar, que me devolvía algo, a la inquietud de la que siempre había
alardeado. Pero el día, no había hecho más que empezar. Con la curiosidad que tienen
los gatos, antes de bajar al patio principal, no pude evitar observar a través de una puerta
que había entreabierta, perteneciente a uno de los talleres que se impartían. Fue un
choque frontal, un engranaje de turbinas, donde los generadores que se encargaban de
que mi cuerpo funcionara aún, volvieron a ponerse en marcha. Allí estaba, con una falda
larga de colores y una camiseta azul turquesa. Iba descalza y se movía al ritmo de una
música envolvente, mientras los cascabeles de la pulserita que llevaba en el tobillo
tintineaban risueños. Era algún tipo de danza tribal al ritmo del chico pelirrojo que
tocaba los timbales. Parecías estar en un lugar muy diferente del aula. Greta, como me
dijo que se llamaba, advirtió enseguida mi presencia y me invitó a unirme al grupo. Me
quité el jersey que abrigaba algo mi alma y los zapatos. El chico de al lado me sonrió
guiñándome un ojo y de la mano, imité lo que hacían. Por lo visto aquello me iba a
venir muy bien para volver a mi esencia y soltar mis emociones. Yo, un desahuciado
por la vida, aprendiendo a vivir de nuevo. Tenía gracia la cosa, la vida siempre tan
irónica, poniéndome contra las cuerdas. Al terminar, todos se despidieron
afectuosamente de Greta y yo, decidí esperarla. No quería marcharme de aquél otro
mundo y ella parecía querer algo de compañía. Me invitó a un café y comenzó a hablar
de cosas que yo no entendía y sin embargo, me maravillaban, No podía dejar de
escuchar cada palabra en la suavidad de su voz mientras veía cómo su pelo ceniza le
caía como una cascada desfilada por el rostro. Los ojos eran de un extraño color violeta
y su nariz estaba cubierta de pecas. Debía tener unos treinta años. Mis pocas palabras se
las llevó el viento, pero a ella no le importó. Sin saber cómo, Greta, me cogió de la
mano y su cara se transformó en una mueca de tristeza. Sabía de sobra lo que me
pasaba, pero para mi sorpresa, supe con sus magnéticos ojos, que todo no estaba
perdido. Pensé en Siri y en lo que me unía a ella, pero aún no quería marcharme a casa,
quería tratar de conocer a aquella especie de sirena, la Mujer Caracola, como la apodé.
Hablamos de todo y de nada. Del tiempo y de la vida. Sus teorías me parecían de lo más
enrevesadas, pero las exponía con tal locuacidad, que podía convencer hasta al más
incrédulo de los mortales. Así fueron sucediéndose los días, mientras veía que poco a
poco iba recuperando algo de energía. No sabía si presa de aquella ilusión por todo, que
ella me inyectaba, o gracias al ensayo clínico al que me había sometido. Lo cierto es que
volvía a estar de buen humor por lo que uno de aquellos días, volví a casa como un
ilusionista, deseando contarle a Siri mis planes, mis proyectos…pero como durante los
últimos meses, ella no estaba. Era como seguir persiguiendo un cometa a punto de
extinguirse. Era la realidad frente a mi distorsionada imaginación, o las ganas de que
aquello virara de dirección. Entonces, solo pude ocuparme en colocar mi desastre de
despacho para facilitar las cosas si no salía de esta. De nuevo, la negra espesura de la
desilusión. Primero fueron los libros, después les tocó el paso a los cuadernos de viaje
de cada una de mis aventuras. Ahora, mi empresa de actividades de ocio, iba a ser
reemplazada por un comercio cualquiera que llenara la calle con más luces de neón.
Recordé entonces la foto que había sacado de aquél hombre y decidí pasarla al
ordenador. Acto seguido la imagen en el buscador me llevó a un nombre: Johan Marcus.
Parpadeaba en la pantalla como dueño de aquél rostro de la exposición. Se trataba de un
médico de origen ruso que había dejado todo para dedicarse exclusivamente a atender
las zonas más desfavorecidas de Centroamérica. Aquello me hizo pensar en los valores
de cada uno, en sus metas; pero también, me dio un hito de esperanza al saber que
Marcus había conseguido curar algunos de los casos más graves de mi enfermedad. Ya
no creía que fuera casualidad el hecho de que llamara mi atención, la fotografía, pues
estaba más que cansado de ir a tantas exposiciones con Siri. Mucho menos casual, el
encuentro con Greta. Algo se estaba tejiendo sin que yo terminara de entender nada.
Sonreí al recordar las teorías de Greta sobre el porqué de las cosas y las casualidades.
Fue una tarde de Mayo, mientras Siri preparaba una supuesta merienda que me haría
sentir mejor, cuando tuve el valor de hablarle de Greta. Tenía cierta inquietud de ser
presa de sus celos frente a mi inusitado entusiasmo por la Mujer Caracola, pero para mi
sorpresa y para no contradecir a los últimos tiempos, ella ni me escuchó. Entonces supe
que estaba solo desde hacía tiempo, pero no había querido verlo. Quizás, no había
tenido el suficiente valor. Víctor solo frente al mundo. Víctor enfermo, con Siri
escapando en un cometa a mil galaxias de mi Tierra. Sentí rabia al ver que todo me
llevaba la delantera desde hacía tiempo sin atender a razones. Ahora sí que pensaba en
salir corriendo, en marcharme a un a isla me quedara el tiempo que me quedara. Volar,
aunque fuera sin motor. De nuevo los sueños de un niño rebelde, confrontados con la
adulta realidad.
Decidí durante las tardes sucesivas, seguir con pequeñas rutinas, como si así de algún
modo, pudiera recuperar en algo mi vida, o estirar el tiempo que me quedara sin
extinguirme como una diminuta cerilla. Por eso, bajé hasta las rocas de la playa como
otras tardes, enfadado con el mundo, conmigo y con el tiempo. Para mi sorpresa, allí,
mirando a la nada con su falda de vuelo al viento y descalza, encontré a Greta. Me
abrazó nada más ver mi cara, conectando cada cable y cada circuito tras mirarme
fijamente durante un minuto. Solo un abrazo y el tiempo detenido. Sin duda, mi planeta,
con el eje virado, contra todo pronóstico. Caminamos sin hablar, sin ni siquiera
rozarnos; y nada más sentarnos con nuestros pies dentro del agua, ella comenzó a
hablarme de una especie de mago, que me podía ayudar. Reconozco que estúpida e
inicialmente, sentí celos de aquél hombre que tanto parecía entusiasmarla, para acto
seguido, sentirme lo más parecido a un adolescente malcriado. De hecho, reconozco,
que por primera vez sentí la enfermedad como un premio, en lugar de como castigo.
Sin embargo, todavía faltaba seguir ordenando tantas piezas de un rompecabezas nuevo
para mí.
Greta me miró divertida al notar mi recelo al hablarme de su amigo . Acto seguido, sacó
de su bolso de tela un libro. En la contraportada, la foto del hombre de pelo largo que
tanto me había impresionado en el centro cultural, pero cuyo encuentro con la Mujer
Caracola, había pasado a otro plano.
Como en los mejores sueños o en las historias que quieres contar y raras veces suceden,
salvo casos aislados, Greta comenzó a contarme una historia de la que ya intuía iba a ser
partícipe.
Johan vendría a España antes del verano y quería probar una nueva fórmula conmigo.
Tras las primeras pruebas nos marcharíamos los tres a América como cooperantes. Ese
sería el trato, tratamiento innovador para salvar mi vida, a cambio de tantas con mi
trabajo. No había llegar a dudas ni posibilidad de rechazo. Solo sabía que allí sí estaba
la pieza discordante, con nombre de mujer. De nuevo, volví a sentirme pequeño y
cobarde frente a toda la grandiosidad que me rodeaba. Hablar con Siri no era fácil, ella
siempre me llevaba ventaja y no se conformaba normalmente con mis decisiones.
Como siempre, al entrar, Lucas me hizo los honores como una forma más de darme
cuenta de que en aquella casa, siempre éramos mi compañero de cuatro patas y yo.
Asalté la cocina en busca de un poco de zumo de granada, que irrisoriamente imaginaba
como el antídoto que me regalaba un día más de vida. Sobre la mesa, una carta. No
sabría cómo definirlo. No sé si se me rompió el corazón o si me alegré de no tener que
decirle que me iba con dos desconocidos al otro lado del mundo. Fue una mezcla de las
dos. Almíbar derramándose por mi barbilla con dos tercios de vinagre de vino
entremezclado. En aquella carta, Siri me dejaba. Ni siquiera había tenido el valor de
tener una conversación a pesar de los años, yo que creía era el cobarde. Le había salido
el trabajo de su vida y no se veía capaz de vivir esto. Lo sentía, pero ya le tocaba vivir
la vida tras haber perdido a sus padres y a su hermano, en aquél accidente aéreo. Lo
cierto, es que no podía culparla, pero nunca imaginé un final así tan repentino. Egoísmo
y Altruismo desestabilizando la balanza. No verlo venir me hizo sentir algo torpe e
instintivamente, recorrí los años juntos en una especie de ascensor imaginario. El vacío,
la nada en tablas con la paz y la libertad. Estallé el vaso de zumo con rabia contra la
encimera y la blancura se tornó rojo sangre como una certeza ante mi todavía
incredulidad. Subí hasta el dormitorio donde ya no quedaba mucho, ni de ella ni de
nuestra vida en común. Pensé que estaba de repente siendo pasto de una broma o me
encontraba en un universo paralelo como en las películas de ciencia ficción que tanto
me gustaban, pero la mirada de alarma de Lucas y su rabo mirando hacia la alfombra,
me dieron la última respuesta. Abrí una de las cervezas de importación que ella me
había dejado indudablemente para el momento; y la bebí, como si estuviera en el
desierto. El líquido dorado y tostado anestesiando levemente la herida. Acto seguido,
cogí la bicicleta hasta el centro cultural con la única idea de encontrarme con mi
salvavidas. Aún, Greta no estaba en clase, así que pasé por la cafetería, donde nervios y
pánico se daban la mano con emoción. Alguien rozó mi espalada con suavidad y
ausentemente, respiré aquél olor a flores y a mar que desprendía. Al girarme, me abrazó
e hizo que me sentara junto a ella. Ella con una taza de mate en sus manos de
prestidigitadora. Sus uñas color arcoíris de las que no era capaz de apartar la mirada con
tal de no mirarla, porque parecía leerme sin hablar. Cuando alcé la vista, en sus ojos
ningún reproche, ni gesto de preocupación. Aquello sí que era un verdadero Encuentro
en Noche Azul. Greta, la Mujer Caracola, acarició mi mano y dibujó las notas de una
melodía solo entendible para los dos. Como dos niños sonrientes, escapamos de allí,
rumbo a nuestra aventura. El doctor Marcus llegaba el fin de semana a Madrid y
teníamos que encontrarnos con él.
Me despedí del centro con un ligero barrido. A lo lejos, centelleante, la sala con la
puerta entreabierta con aquél haz de luz por donde entró Greta. A la entrada, la foto del
mago, que Greta descolgó ante mi inquieta mirada. Al parecer, era un regalo de
alguien muy especial para ella. Dejé allí la bicicleta para ir en volandas a casa. Lucas,
tiró a Greta de la emoción y yo, todavía aturdido, les dejé conociéndose, mientras
dejaba la foto del médico sobre la mesa del salón. Sin darme cuenta, la puse boca abajo.
Entonces, entendí el mundo, mi mundo. Siri Lane, firmaba la foto de Johan. Las
lágrimas contenidas rodaron por el jersey, el remolino de acontecimientos soltó la traca
final. No había sido abandonado, solo había sido depositado como un sedimento justo
donde tenía que estar, al lado de quienes siempre me habían estado esperando para
cuando yo estuviera dispuesto a dar el salto. No sabía si saldría ileso al lado de Greta,
no sabía si Johan me salvaría. Todo seguía siendo un misterio, pero eso sí era la
vida.Rocé con delicadeza el nombre de Siri y con mis dedos sobre sellé con un beso el
pasado sin rencor. Al fin y al cabo, aunque la vida manchara y embarrara, yo ya no
estaba dispuesto a que me volviera a emborronar pasando como un mero espectador.
Ahora, tocaba aprender a vivir</li>
</ul>
lorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-883589178142355659.post-33902575592245370312020-03-23T09:15:00.001-07:002020-03-23T09:15:07.421-07:00<div style="background-color: white; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin-bottom: 6px;">
<span style="color: red;">Las versiones... El virus. Los cuidados.La protección. Las conspiraciones. Tu yo superior .Lo externo. Lo interno. Hacia dentro. El exterior. Tu mundo interior. Los partidos. La cooperación. El egoísmo.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin-bottom: 6px;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin-bottom: 6px;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin-top: 6px;">
</div>
<ul>
<li style="text-align: justify;"><div style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin-top: 6px;">
En estos días, en los que por fin he podido echar el freno de mano y parar, tras meses sin descanso... con la maleta de sitio en sitio, dejando, soltando y alejándome de todos...pero acercándome a mí. No me gusta la razón por la que he tenido que parar y sin embargo, detecto ahora y aún más cada olor, cada sabor, cada recuerdo y cada sensación que me es grata. Es como si mi cerebro se estuviera reseteando. Creí toda esperanza perdida, al verme al límite.Ser Incomprendida y terriblemente malinterpretada ha sido mi quimera en estos años, desde que supuestamente, desperté a otra realidad; y sentí firmemente, que no teníamos que estar ocupados siempre ni ser productivos porque sí. Entendí, que ser el número uno o el trabajador del mes o el bienqueda , nunca me aportaría nada. Sentí, que nadie iba a entender mi tristeza ni mi soledad ante las pérdidas,pues nadie tenía esa situación. Escuché consejos vacíos, que me dañaron profundamente, pues creí, ser yo un error de fabricación.Hoy, sé que sin eso, sin ese equipaje ni ese defecto de serie,no sería yo, ni empática, ni lo que estoy destinada a ser. De mí, se han alejado personas que eran muy valiosas, sin que hubiera habido una conversación o una razón de peso. Siempre, me he sentido como si fuera , enteramente de otro universo. Siempre, pensé que íbamos hacia un mundo equivocado, que lo que construíamos era algo impuesto y que se caería. Logré hace un mes el trabajo de mis sueños, en un hospital; y tras superar el periodo de prueba, me despidieron, alegando que la persona a la que sustituía se reincorporaba. Supe que no era verdad, pero que no tenían motivos para despedirme por mi trabajo, pues mi superior decía que era estupendo, para el poco tiempo que llevaba allí. Sin embargo, alguien me dijo, que el paciente y los que atendían a estos pacientes, no eran lo importante. Que era un negocio, no un hospital ....y que mi visión humana chocaría estrepitosamente con la política de la empresa. Tras esto y ya en otra ciudad, me ofrecieron otro empleo allí,en ese edificio que por alguna razón, empecé a sospechar como algo muy alejado de lo divino..Obviamente, rechacé el puesto y ahora dadas las circunstancias, cerrada la cafetería, me habría quedado de nuevo sin trabajo. El caso es que, vas descubriendo que desaparece lo que no es bueno para ti, a pesar de los dolores mentales y físicos que esto ocasiona. Me apena terriblemente esta guerra, obviamente creada, por y para el hombre... en forma de virus; y sin embargo, me da fe que se recupere algo la naturaleza , de nuestro abuso. Que las ciudades se descontaminen y que optemos por un consumo diferente, aunque sea por una razón tan dura e inverosímil. Ahora atesoro lo poco que me queda de mis cuarenta y dos años de existencia, en este plano, claro. Valoro mis pocos discos y libros... y la palabra, hecha poema o canción, es lo único que me eleva y me hace recuperar la fe en nosotros, los humanos o humanoides. Nos hemos destruido y lo hemos seguimos haciendo, por política, religión o creencias, que hemos inventado nosotros mismos. No sé si esto es cuestión de "la élite" ni si existe. No sé si soy reptil, anfibio...o tan solo, espuma de jabón. No sé a quién debemos esta epidemia, pandemia...y sin embargo, sigo pensando que ase está creando una oleada de amor y estamos resurgiendo entre las ideas que teníamos dormidas. Ojalá venzamos al miedo y dejemos de escuchar constantemente malas noticias, pero esta ha sido la tónica en estos años. Llámese el virus, violencia de género, coronavirus...e incluso, odio colectivo.En estos momentos de pérdida, creo que he encontrado y estoy encontrando los tesoros más valiosos...y lo que me queda! Habrá días de todos los colores, como buena libra que soy y persona altamente sensible, lo sé, pero esta vez es más posible que logre aquellos objetivos que voy postergando.Puede que incluso contra todo pronóstico y en tiempos de guerra, tenga lo más valioso en mi poder, aunque él, esté más desesperanzado que yo y nos separe un mar, incluso. Puede, que esta vez, consiga terminar los relatos y los libros empezados. Puede, que algo nuevo y verdaderamente digno, haya vuelto a brotar en mí.</div>
</li>
</ul>
lorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-883589178142355659.post-38049170079987256302019-10-03T11:06:00.001-07:002019-10-03T11:06:40.423-07:00LA MEMORIA DE LAS PLANTAS<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Nos gusta jugar. Los seres
humanos <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>o el amago de lo que pretendemos
ser, nos hace mirarnos así. Somos quizás más humanos, a través del juego en el
que evocamos una nueva versión de nosotros mismos. En ocasiones mejor, mientras
que en otras, se asoma peligrosamente y de forma garrafal, a un devenir difícil
de retornar. El daño que hacemos, nos lo guardamos, por pura inconsciencia o
por la más absoluta inconsistencia de las horas que robamos a la noche y que
desdoblamos, sin que nadie nos dé una verdadera razón del origen de todo.
Juego, juego y más juego, mientras descansamos, dormidos o despiertos, en los
albores de la noche o de alguna madrugada.<o:p></o:p></div>
<br />lorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-883589178142355659.post-17724392893787127312019-08-08T02:11:00.001-07:002019-08-08T02:18:11.370-07:00<br />
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<u>PULGAS EN EL PANTALÓN</u></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
Comienza a sonar
Negro cinturón y reconoces parte de la letra en la tuya propia. Algunos días, no puedo ser la chica de ayer, quizás,
nunca lo fui. Una nueva versión de mí, aparece y desaparece a golpe de los
trabajos que tengo que rechazar y en las personas que de desvanecen en estos tiempos tan irreales. Son partes de una lima, que
te va arañando y dejando cierta huella, a la par, que depura tu alma. En
estas estamos, cuando una de esas noches conoces a alguien. Mi nombre es Sally.<o:p></o:p></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
Podríamos decir
que vivir aquí es agradable, pero hay algo que enrarece el ambiente y las
rutinas, van desapareciendo, en un devenir de unos días que se parecen a todos.
El sol calienta, el mar sigue ahí, pero hay algo que te dice que todo va a
desaparecer, que estás en un espejismo del que querrías salir, ahora que el
suelo tiembla bajo tus pies. Soy Sally, como la chica que encontró Harry. Hoy, he desayunado <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con alguna que otra cerveza,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en misión olvido, porque aquí, todo el mundo
predice con la mayor de las vehemencias, lo que me va a pasar. Ya he pasado por
unas cuántas historias imaginarias y algo incipiente, que sí parecía real.
Parecía que de una vez, algo había venido de forma tangible a buscarme. Christina
Rosenvinge y lo que pareció ser su historia con el de Gijón, en algo, bien se
podrían haber parecido a la mía. Más liviana y sin drogas duras,una, buscaba alguien con quien compartir, pero era una de esas, que si continúan, sabes que te van a resquebrajar por completo. Pero como un hámster masoca, todavía he seguido ahí, quizás, por la curiosidad de ver a
qué saben los abismos, entre tanto tedio y aburrimiento. Abismos y noches que se
envolvían con todo lo que a estas alturas me podía alumbrar en alguien. Al fin y al cabo, no había salido con
nadie, desde que Mark y yo rompimos nuestra historia de casi dos décadas. Aquí todo parece capaz de borrar el pasado, hasta que metes el `palito de
naranjo quitacutículas... y entonces, aparecen tus pasos condescendientes, en
una sopa extraña de seres sin camino, sin destino o cuya hélice de ADN ha
mutado seriamente. Entonces, un día cinco de Mayo, como sucede desde que llegué
a la ciudad, algo transmuta y mi vida gira a la velocidad del rayo. Es el día
de la madre y estoy desolada, te echo tanto de manos que busco señales de que
sigues a mi lado, mamá. Tu perfume viene con el viento y me siento en una
terraza que sé que te gustaría, donde han colocado siemprevivas. Imagino
nuestra conversación y llevo junto a mí a Jonas, el perro que me regalaste
aquél último cumpleaños. No te he regalado nada, o quizás sí, pero tú has
guardado para mí algo. Entro en el bar de las luces extrañas y me siento sola,
como casi siempre; y sin embargo, alguien que me presentan se sienta a mi lado.
Todo parece irreal, suenan The Smiths. Yo estoy y no… El me gusta, me intriga.
Se llama como el abuelo. Parece que no me he marchado de aquí por algo, creo
que de hecho lo has enviado tú. Bebemos y hablamos, sobre todo él. Me gusta su
acento y sus gestos, pero no me acabo de fiar. Es de noche y es un bar. Me
siento guapa, hacía mucho que no. Los días pasan, nos vemos a menudo y reímos sin
parar. Parece ver lo que hay detrás, esto no me puede pasar. Los días de Mayo
dormitan, transitan y cada día quiero más. Permito que entre en mi mundo, en mi
vida. Pero como las adictas, yo quiero algo más. Quiero entrar en su mundo y no
quiero dramas esta vez. Siempre es la misma cantinela, soy compleja y me gustan
los chicos con problemas de comunicación. Creo que realmente es tímido…y le
psicoanalizo. Joder, lo hago conmigo, con las situaciones, con todo. Con él más
y se lo digo. Soy experta en romper el encanto, pero me ha dejado tantas veces
tirada que el miedo precipita todo. Necesito libertad y él, nunca he sido
celosa, pero esta vez, el no saber dónde está, ni cuando nos volveremos a ver,
me va aniquilando. Me engaña con el licor, aunque no somos aún nada. Descifro
qué he visto en él,si no hay nada, si no es claro, si me tira migajas. Sus
cambios, sus desplantes y yo….en la cuerda floja. Quiero estar mejor y
recuperar mi forma física, sin embargo todo nuestro mundo gira en torno al
alcohol. Entonces pienso en la actriz, la misma actriz que interpretó a una
alcohólica y a la que mi suegro detesta ferozmente. Me asusto, yo no quiero ser
esa mujer, pero aquí hay algo que se escapa de mis manos. Quiero estar con él
pero no hay nunca un plan. Como una adicta no sé cuándo va a aparecer. Pero no
hay nada más que las ganas de desentrañar los misterios. Pienso en beberme esos
labios que a veces no expresan, salvo cuando se ríe. Se ríe y se iluminan sus
ojos y parece de otro lugar. Le conozco de antes y nunca he estado en este bar.
Cerramos las noches y quemamos la ciudad, pero siempre quiero más. El tiempo
vuela y mi poca fuerza se me va...sin voluntad. Trece días, trece noches, trece
rosas sin cortar. Creo que me voy a acabar por enamorar. Un regalo, un regalo que
en nada me hace sospechar. Como si no hubiera carteles, ni <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>luces de neón, ni una mentira envuelta,
cargada de alquitr4án y envuelta con su papel celofán. Aquí todo es etéreo, los
aprendizajes y algún karma por depurar. Yo, exploradora de emociones, sobre
todo , de las mías. Hace ya dos semanas desde que todo saltó por los aires y
aunque sabes que nada era real y la película posible y hermosa estaba en mi
cabeza, algunas cosas, me cuestan un poco más que a los demás. La verdad, es
que nunca me había enamorado de alguien como mi padre, nunca. Era por lo que
tenía que pasar, para que terminara de entenderme. Suena raro, pero como otras
mujeres, me he visto en ese rol. Pagando copas, de un dinero que no tengo, solo
por estar con él. Maltratando mi tiempo, por alguien que nunca ha sentido nada
por mí; y sin embargo, pese a los desplantes y la humillación, todavía me
cuesta no creer. Todavía esperas que te digan que esta <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>vez, te equivocas por desconfiada ante tu
historia familiar. Es difícil no creer que esas noches cómplices y los besos
que yo buscaba forzosamente, fueron solo para mí.<o:p></o:p></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
La vida me
cuida, protege y salto los obstáculos, pero siento que nada es para mí.<o:p></o:p></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
Estoy de paso en
la vida de todos, yo, soy un pasajero, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que solo viaja...a través del tiempo. Algún
día, regresaré al lugar al que sí pertenezco, pero aún me faltan piezas de mi
puzzle por montar. No huno historia, no hay historia; y sin embargo, me encanta
lo que ha pasado al recuerdo, lo que resuena en mi memoria cuando omito que
casi me dejé engañar, que casi pierdo la cabeza por el señor Woolf y ahora solo
quiero…escapar. Eximo mi culpa, esperando una conversación que no llegará.
Sonrío sintiendo el peso ante la realidad de que no miento, si reconozco, que aún
miro los mensajes entre el correo o en la pantalla al despertar. Sin embargo,
sé que ya he despertado del espejismo, por fortuna. Por supuesto, su versión es
bien distinta y la voluble siempre fui yo…no por su forma de actuar.
Erróneamente le quería ayudar, así salvarme yo, pero nadie puede ser salvado…solamente
yo. He encendido una hoguera con las cartas que escribí, con todo lo que no te
pude decir. Ahora, hago tazas con mensajes para los demás. Mensajes negativos,
que enganchen con nuestros polos positivos, para que nunca nada, nos haga, por
tristeza o por apatía…regresar a una Corea mental o a nuestra Siberia más
personal. Porque aunque seamos distintos y aunque cada uno te mire desde sus
gafas <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>más personales, todos pasamos por
secuencias similares en esté plató de televisión, que es la vida.<o:p></o:p></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />lorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-883589178142355659.post-4051974096016086682019-05-03T10:07:00.001-07:002019-05-03T10:07:34.255-07:00<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>LA NIÑERA MÁGICA<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
Era el año de la
ola de calor y aquél<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>verano, Madrid, se
presentaba como un regalo. Acababa de cumplir los dieciocho; y con mi recién
estrenada mayoría de edad, llegaba mi primer trabajo. La cosa pintaba bien,
pensé, imaginando el sinfín de posibilidades que me brindaba ganar mi primer
sueldo. Era viernes <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para aumentar la
euforia y a esas horas, solo en casa.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
Tras echarme un
último vistazo en el espejo y darme la palmada de rigor, ante el esfuerzo que
habían supuesto las horas de gimnasio, me dirigí hasta la urbanización.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
El nombre, ya me
gustó como destino. Niza, era la mejor urbanización de los alrededores. Pisos
nuevos, gente joven y por suerte para mí, pocos críos para estrenarme como
socorrista.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
Lo cierto es que
estaba relativamente cerca de casa, pero opté, por coger el coche para
refugiarme del calor y a la vez, escuchar aquella cinta que ponía en bucle, con
el afán de no olvidarme de los mejores momentos vividos durante el año.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
A esas horas, no
había nadie por la calle, por lo que como aperitivo, pensé dedicar las primeras
horas bajo la sombrilla, a la apacible lectura, antes de que llegara algún
inquietante niño,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que precisamente, no
eran mi fuerte.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
En cambio, para
mi asombro, solo se oía el rugido de algún aspersor lejano y de las chicharras.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
Cogí con la
felicidad de los principiantes, el libro de Salinger y bajo la sombrilla, tejí
un universo paralelo. Alrededor, como decorado, los pisos de ladrillo rojo,
descansaban, rodeados del verde arizónica, que mezclados con el kriptonita del césped
y junto al azul de la piscina, me brindaban el mejor de los paraísos artificiales.
Solo rompía el encanto algo, el sonido de la boca del sumidero, engullendo el
agua sobrante.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
No era mucho de
pensar las cosas, pero en aquella tranquilidad de la tarde, imaginaba cuál
sería mi futuro. Mientras divagaba y anotaba frases memorables de “El guardián entre
el centeno”, que bien me servirían para aplicar o para conquistar a alguna de
las amigas de mi hermano, sentí <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un
zumbido, que me sacó del ensimismamiento y la ensoñación. Niños, mi peor
parcela, aún por explorar. Sin embargo, venían acompañados <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de una verdadera aparición.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
Llegó con aire
insolente y sin saludar, tiró literalmente la toalla, bajo la sombra del <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>único árbol que había presente. Se quitó el
sombrero con la mayor de las gracias y mientras sacudía su pelo rubio, deshizo <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>aquél diminuto vestido blanco, para dejarme
boquiabierto de nuevo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
Yo, me limité a
saludar, cuando ella advirtió mi presencia; y lo hice, resguardado<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>bajo mis gafas de sol, último modelo,
adquirido por mi madre como regalo de cumpleaños.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
Como si de una
ninfa se tratara y con una sonrisa sellada por su dedo índice, hizo, que en un
solo gesto, aquellos mellizos horribles que no paraban, se callaran. El segundo
acto, fue tirarse a la piscina desde el trampolín, para dejarme todavía más
embobado. Todavía, era más perfecta con el pelo mojado y yo, me encontraba sin
saber qué hacer. Debatirme entre el trabajo que acababa de conseguir o sucumbir
a la tentación de lo prohibido, pues bañarme en aquella piscina durante las
horas de trabajo, incumplía la mayor de las normas. Como la delgada línea que
separa el bien del mal, decidí arriesgarme por una vez, dando paso a mi
intuición. Me quité la camiseta y las gafas de sol y con la mejor de las
sonrisas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y mi diminuto bañador rojo,
hice lo propio. Apenas, tardé dos segundos en volver a respirar el fuego del
aire de Junio, pero para mi sorpresa, allí no había nadie. No había rastro de
la chica, ni de su diminuto biquini de estrellas. Miré alrededor, buceé con
todo el ímpetu que había aprendido en la escuela náutica, pero nada. Miré con
estupor hacia el árbol donde mi musa había dejado su sombrero y a los niños.
Allí, con dos sonrisas lobunas manchadas de chocolate, jugaban con los trozos
del biquini de estrellas, mientras señalaban justo detrás de mí. Me di la
vuelta con la esperanza envuelta en celofán; y entonces, una gigantesca cola de
pez, me salpicó y me mojó los cimientos. Ante mi asombro, mi ilusión juvenil, desapareció
de un plumazo bajo la rejilla de la piscina, haciendo serpentinas en el agua, dibujando
las letras de mi nombre con su cola de plata. Aquello, sí que era <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>largarse <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a la francesa. Lo peor, la muy irresponsable,
me había dejado a los niños. Sin duda, pensé en quien me decía a todas horas,
las apariencias, muchas veces… engañan. <o:p></o:p></div>
<br />lorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-883589178142355659.post-16440501689466174752019-04-25T05:08:00.001-07:002019-04-25T05:08:46.681-07:00<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">OLIVER Y BENJI</span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">Mi padre y yo siempre habíamos jugado en ligas muy distintas, por eso y otras muchas razones, no entendí su tono amable proponiéndome una cena en uno de los locales que frecuentaba, que solían aborrecer el resto de la familia. Hasta los dieciséis, siempre había pensado que había sido adoptada, hasta que comprobé con los años, que había otra secuencia de ADN diferente y que al parecer no era la única. Aquél año apenas había visto a mi padre y el trato con mis dos hermanas se remitía a mi visita algún que otro domingo para ver a mis sobrinos, por eso, cuando el jefe del clan me propuso aquello, no pude rechazar la invitación. Además, pagaba él y en mi propio terreno. La guinda, iba a presentarme al hombre de mi vida. Aquello iba a ser muy divertido, toda mi familia en mi cita a ciegas. Esto solo pasaba en las películas americanas…y claro, en mi familia. Siempre he sido muy práctica, pero tengo que reconocer que estaba tan desconcertada ante la posibilidad de que mi padre acertara en algo conmigo, puesto que a mis treinta y tres años era una completa desconocida para él, que no tenía ni idea de cómo arreglarme. Me tumbé en la cama unos minutos con los ojos cerrados y empecé a imaginar a aquél jugador de waterpolo que iba a cambiar mi vida. Al rato mi pragmatismo me sacó de la ensoñación, sería otro de los amigos de papá obnubilado por su carisma y su dinero, un corderito más, otro Don Perfecto, sin alma ni corazón. Encendí la radio mientras se consumía el humo de mi cigarrillo olvidado y estaba tan nerviosa que ni las palabras de Julia Otero me sacaron de mi ensimismamiento. Llegué al Sunset antes que nadie y me senté en la mesa reservada. El nombre de cada uno estaba escrito en las servilletas de colores. Mi gran amor, al parecer se llamaba Oliver. Oliver y Cassandra, sonaba bien. Ahora ya podríamos tener una boda de estas de pastel y un millón de niños con lazo. Mi imaginación me hizo desternillarme sola y los que estaban en el local comenzaron a mirarme. Decidí pedirme un vino para acompañar la espera. A las ocho en punto apareció la familia Telerín al completo, pero ni rastro del chico. Mi padre socarrón me miraba sacándome todos los defectos posibles, de hecho, de su boca retorcida solo salió un…”Anda, hoy pareces menos marimacho.” Con la añadidura de: “Hija, eres como tu abuela.” Mis hermanas por supuesto…perfectas. Rubísimas e impolutas, parecían sacadas de un catálogo…pero de Punto Roma. De nuevo, mi extravagante risa, amenazaba con hacer su aparición. Todos reunidos en el local más bonito de mi Barcelona natal y ni rastro de él. </span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">A las ocho y veintidós, el silencio se hizo en el local, cuando alguien entró por la puerta. Aquello era una aparición. Mi padre se acercó al recién llegado y juntos vinieron a nuestra mesa. No voy a describir, de hecho, creo que no sería justa ante lo que vieron mis ojos. Era el tortazo para una escéptica y descreída, era amor a primera vista. Y sí, era guapo, claro que era guapo, pero eso era lo de menos. Desde el primer momento vi que hablábamos el mismo idioma; y cuando salimos a la terraza y me cogió de la mano entre risas, sentí esa corriente eléctrica que hizo que me cerciorara de que estaba viva de nuevo. Cassandra, volvía a creer en el amor. Nos vimos tres veces después del primer encuentro y todo iba bien, despacio… y a mí me parecía bien; hasta que la llamada del martes de mi padre me soltó una hostia con la palma de la mano bien abierta. Tenía que verme urgentemente en su oficina. Allí me vi a las tres, rumbo hacia el cadalso, en su despacho. Una niña asustada, porque él no me citaba allí nunca porque sí, era como ir al despacho del director cuando sabes que has hecho algo bien gordo. Oliver se había tenido que marchar a México por un asunto familiar. Mi cabreo, monumental, como podréis imaginar. Ni siquiera había tenido el detalle de llamarme; y mi padre, en medio, como siempre. Intermediario, yo, siempre la mercancía. Pero justo cuando estaba todo perdido, el señor de la cima me hizo un guiño y entonces apareció una réplica de Oliver, solo que distinto. Por si no había tenido bastante, he de reconocer que este me pareció más real. Igual de guapo, pero venía con algún defecto. Detecté su miopía a kilómetros y una incipiente timidez al dejar a mi padre unos documentos sobre la mesa. Tampoco tenía la espalda de Oliver, pero a mí me gustó más. Mi padre reía y parecía feliz, vaya, pues sí que me conocía, pensé. Su querida niña encontraba lo perfecto en la imperfección. Entonces me di cuenta de que Oliver solo me preparó para conocer a su gemelo, Benjamin. Mi padre me dijo que todo estaba preparado para la boda, que me arriesgara de una vez y que así percibiría todo el dinero que necesitaba para montar aquella editorial con la que llevaba tiempo soñando. Sin duda, suerte no era la palabra, ahora sí que podía decir que tenía una flor en el culo. Nos casamos en una playa un dieciocho de Mayo. He de confesar que Ben era un poco clásico y que hasta la boda decía que no pensaba acostarse conmigo, en fin, algún defecto tenía que tener aquél rubio de metro noventa y ojos azul turquesa, pensé. Niza nos esperaba y toda una vida por delante. Todo salió perfecto y he de reconocer que la que no creía en el matrimonio entró en aquél escenario como si de un guante se tratara y papá por primera vez me dijo que se sentía orgulloso y que estaba preciosa. Mi dañada autoestima se elevó como un Zeppelin. Todo pasó entre risas, besos, baile…y por fin, Ben me llevó al hotel. Me quité aquél vestido de pastel y aquellos zapatos de tacón con tan poca delicadeza que las perlitas saltaron y rodaron por toda la alfombra de la habitación. Llamé a Ben, pero no contestaba y fui a ver. La puerta del baño no se abría y empecé a preocuparme. Abrí su maleta en busca de algo punzante con lo que poder abrir aquella puerta antes de llamar a emergencias, pero lo que encontré…Lo que encontré hizo que me preocupara aún más. Cables, enchufes, baterías y un ordenador donde centelleaban como en los hospitales las constantes vitales de alguien. Creí morirme de pena al pensar que mi amor estaba enfermo y yo lo desconocía, que una máquina tenía que valorarr que sus constantes vitales eran compatibles con la vida. El miedo a que le hubiera dado un infarto hizo que de una patada derribara la puerta del baño, pero lo que vi…lo que vi, aquello no sé cómo explicarlo. Ben, estaba en la bañera enchufado a la corriente y con un ojo abierto nada más mirando a la nada. En el pecho, las siguientes palabras: </span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">“Cariño, ¿te gustó tu juguetito? “</span><br style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;" /><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">Él, no era humano; pero mucho menos lo era el ser que me había llevado hasta allí. Sin duda, jugábamos en distinta liga y papá, seguía siendo el mismo cabrón de siempre, pero he de reconocer que al menos sí que conocía mis gustos.</span>lorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-883589178142355659.post-35292587525552909722019-04-25T05:07:00.002-07:002019-04-25T05:07:34.318-07:00<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin-bottom: 6px;">
EN LA CIUDAD DE LA LLUVIA</div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin-top: 6px;">
Las gotas de color negro caían a una velocidad milimétrica, como si en la desolación, se abrazasen las unas a las otras. El cielo, por su parte, no quería demostrar otra cosa que no se pareciera al miedo; y sin embargo, nosotros, como si de dos lobos hambrientos se tratase, allí estábamos, mirándonos firmemente a los ojos, sabiendo que nada nos detendría. Janine, fue la última en dejarnos al caer su coche por aquél acantilado. Sabíamos que teníamos que hacer como si nada y convertir cada mentira en nuestro almuerzo. Lucas y yo, en algún remoto lugar, de La Ciudad de la Lluvia. Sin mapas ni brújulas, tan solo el guía que nos llevaría hasta Monteperdido, donde sabíamos que el niño, el último superviviente de la tribu Azul, nos estaba esperando, pues estaba escrito en las estrellas.</div>
lorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-883589178142355659.post-19522781273282655492019-04-25T05:06:00.000-07:002019-04-25T05:06:08.259-07:00EL NIÑO SOL<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">EL NIÑO SOL </span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;">¿Puede un amor traspasar el tiempo o la barrera del sonido? Esta fue la pregunta que Izan me</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"> </span></div>
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
hizo la primera vez que nos vimos en clase. Acababa de llegar a Madrid después de casi </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
veinte años y hasta entonces mi única experiencia con niños se remitía a las tardes en que </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
Marina, mi hermana, me dejaba a cargo de mis dos sobrinos. El colegio, del que había sido </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
antigua alumna, seguía como lo recordaba a pesar del paso del tiempo y de las mejoras que </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
cada año había ido incorporando. Mi vida era rutinaria y aburrida, pero era sin duda lo que </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
me ayudaba a continuar y a tener los pies en la tierra, pues la vida que había ido </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
construyendo, tras la muerte de mis padres se fue diluyendo como en una especie de remolino </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
que hizo que casi perdiera el rumbo. Por suerte, mi hermana y un trabajo me esperaban. Aparecí un </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
lunes del mes de Octubre dispuesta para empezar a dar clases de nuevo y olvidar también lo que quedaba en mí tras mi ruptura con Silvia. Pensar que no era capaz de conservar nada ni de </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
hacer nada bien, junto a la silenciosa y asesina culpa, me despertaba en el silencio de mi habitación que daba al Retiro. Fue aquél lunes mientras atravesaba el Paseo del Prado cuando empezaron a </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
llegarme distintas señales, como una especie de serendipia que me hacía saber que todo </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
estaba pactado y que estaba en el lugar adecuado. Tras presentarme a los compañeros me </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
dirigí a mi clase asignada y nada más entrar supe que algo me cambiaría para siempre. La </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
primera pregunta que el niño me hizo, lejos de descolocarme me hizo sentirme en casa y tras </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
darle una explicación medianamente coherente que pareció satisfacerle de momento, continué </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
con la clase. Yo por mi parte trataba de mantenerme serena, pero sin duda él y yo ya nos </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
habíamos visto antes. Así comenzó todo y mientras llegaba la primavera y con ella las </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
excursiones, yo me iba enamorando más de él. Sabía que nunca le llevaría al parque de </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
atracciones y que nunca comeríamos helados mirando aquellas nubes deformes en las tardes </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
de domingo. También sabía que no podía excederme en atenciones con él y que me causaría </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
problemas, pero a veces a escondidas le guardaba el postre del comedor y le traía los lápices </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
más extraños para que siguiera dibujando el mundo imaginario que solo él y yo presentíamos </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
en medio de la ciudad y donde todo parecía denso y agobiante. Él conseguía devolverme a mi </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
esencia, hacerlo todo liviano y me obsequiaba con sus dibujos y algún insecto que había </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
guardado en una cajita para que no me sintiera tan sola las tardes de domingo. Pero aquello </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
en el mundo adulto estaba mal y la primera en reprender mi comportamiento fue mi hermana, </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
a la que siguieron el resto de profesoras que no soportaban aquella mirada azul violeta del </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
niño ni sus preguntas, Como todas las bonitas historias y con los primeros rayos de sol del </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
verano, la fiesta del colegio y las vacaciones, llegó la despedida. Sin embargo, durante el </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
verano y en un viaje a Dublín entendí mejor su pregunta, no habría nada que nos pudiera </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
separar y tarde o temprano nos encontraríamos. Izan es el niño que nunca podré tener y está </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
en todas partes. Está en la lluvia que me acaricia, en el silencio y mientras escribo. Izan es </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
parte de mí y de mis partículas, quizás nunca antes haya entendido tan bien el amor. Él me </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
dijo antes de marcharse con sus padres a Barcelona, que la vida siempre te quita lo que te </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
sobra y te devuelve lo que te falta. Izan es el niño sol y yo soy su madre luna. Cuando dejo </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
que la vida pase y dejo de creer en mí, Izan sostiene mi mano, pues los dos dos estamos en </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
todas partes, solo basta con saber mirar con gafas de sol para días de lluvia o a través de una </div>
</span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px;"><div style="text-align: justify;">
mirada violeta.</div>
</span>lorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-883589178142355659.post-60638836891181705502019-04-25T05:02:00.004-07:002019-04-25T05:03:48.486-07:00<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
EL FIN DE LOS DÍAS</div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin-top: 6px;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
Cayó el último rayo de sol sobre el mar; y cuando lo hizo, “el hombre del castillo”,</div>
<div style="text-align: justify;">
como le llamaban en el pueblo, se estremeció. Allí, desde las alturas, la vida de los</div>
<div style="text-align: justify;">
mortales, de cualquiera y cada uno de los mortales, se convertía de algún modo, en algo</div>
<div style="text-align: justify;">
mucho más banal. El tiempo por su parte, parecía marcado solo por las corrientes de los</div>
<div style="text-align: justify;">
vientos de poniente, de los aires de levante; y las distintas tonalidades que iba</div>
<div style="text-align: justify;">
adquiriendo el castillo, sumergido en aquellas aguas del Atlántico, se convertía en el</div>
<div style="text-align: justify;">
fantasma que vaticinaba si los acontecimientos serían favorables o no. Todo invitaba a</div>
<div style="text-align: justify;">
la calma, al descanso y a una paz inventada, que se había ido alimentando con el paso</div>
<div style="text-align: justify;">
de los años; y sin embargo, Max, rara vez se relajaba. Su cuerpo, como una turbina,</div>
<div style="text-align: justify;">
casi nunca olvidaba una tenue voz de alerta, desde el instante en el que ellos dos se</div>
<div style="text-align: justify;">
marcharon. Probablemente, todo comenzó con el miedo de no volver a tener noticias, su</div>
<div style="text-align: justify;">
particular aceleración de partículas solo con la idea de pensar en no volver a verles.</div>
<div style="text-align: justify;">
Miedo al miedo, miedo al olvido; o peor aún, a que alguna catástrofe tuviera lugar,</div>
<div style="text-align: justify;">
llevándose con ella, todo atisbo de esperanza. Aquella semilla que había tratado de regar</div>
<div style="text-align: justify;">
cada día, de cuidar con esmero, como si ese fuera su único cometido y él, fuera el mago</div>
<div style="text-align: justify;">
artífice, de la única posibilidad de producirse aquél reencuentro. Los casi treinta años de</div>
<div style="text-align: justify;">
espera habían desgastado y erosionado en parte su cuerpo, sin embargo, la mente, nunca</div>
<div style="text-align: justify;">
había estado tan lúcida. Las cartas y fotografías habían sido el alimento con el que</div>
<div style="text-align: justify;">
aguantar aquellos largos años de espera, en los que soñaba conque nada de lo que</div>
<div style="text-align: justify;">
habían construido los tres, se hubiera disipado; o al menos, el paso del tiempo, no los</div>
<div style="text-align: justify;">
hubiera convertido en unos completos desconocidos. El castillo por su parte, emergía</div>
<div style="text-align: justify;">
sobre el mar como la pieza clave, como un personaje estelar que había sido testigo de</div>
<div style="text-align: justify;">
aquél amor que no se quedó en los veranos; sino que continuó cuando Elsa y Sam se</div>
<div style="text-align: justify;">
marchaban a sus respectivas ciudades; y Max, acostumbrado ya a su soledad, siempre</div>
<div style="text-align: justify;">
vivía con especial angustia, pensando cuándo sería el último instante en que todo saltara </div>
<div style="text-align: justify;">
por los aires, olvidando aquél fluir natural, la forja a fuego lento de aquél amor enfermo,</div>
<div style="text-align: justify;">
océanos de sed de un amor sin duda, enfermo para la sociedad. Pero lo que más le</div>
<div style="text-align: justify;">
angustiaba, aunque a menudo le costaba reconocer, era el hecho de saber que Elsa, la</div>
<div style="text-align: justify;">
hermosa Elsa, elegiría a su verdadero pingüino; y entonces, uno de los dos tendría, seguramente él, se</div>
<div style="text-align: justify;">
quedaría fuera de la ecuación.</div>
<div style="text-align: justify;">
Elsa, Sam y Max , que habían resultado la fórmula perfecta, porque a veces, raras</div>
<div style="text-align: justify;">
veces, tres no son multitud; y aquél verano de 1934, poco a poco, lo habían ido</div>
<div style="text-align: justify;">
descubriendo. El último verano, sin que nada pudieran hacer, los acontecimientos</div>
<div style="text-align: justify;">
pusieron un broche a aquella historia; y aquella ciudad de mar bañada por el Atlántico,</div>
<div style="text-align: justify;">
se convirtió en una prisión de máxima seguridad para Max, de la que marcharse, no</div>
<div style="text-align: justify;">
serviría de nada. Ahora, treinta años después, en los que las noticias habían ido llegando</div>
<div style="text-align: justify;">
a su ritmo, se encontró en tablas, con la ilusión de reencontrarse con sus dos amores y</div>
<div style="text-align: justify;">
con el miedo de perderlos a los dos, porque los tres eran la ecuación perfecta, aun a</div>
<div style="text-align: justify;">
pesar de las reglas. A él le tocó perder, o no, solo el domingo siguiente le brindaría la</div>
<div style="text-align: justify;">
respuesta merecida para tan larga espera. Recordó en un último vistazo al horizonte, el</div>
<div style="text-align: justify;">
día que les vio marchar como a tantos españoles a Argentina. Max no lloró, ni siquiera</div>
<div style="text-align: justify;">
una pequeña lágrima asomó a través de sus ojos grises; sin embargo, aquello se</div>
<div style="text-align: justify;">
enquistó, fijando un nuevo decorado en el hombre que ahora tenía frente al espejo.</div>
<div style="text-align: justify;">
Apuró el último cigarrillo de las cajas que Sam le enviaba y creyó ver un rayo verde</div>
<div style="text-align: justify;">
pese a no estar amaneciendo. Quizás, todo ese tiempo con aquella soledad pactada,</div>
<div style="text-align: justify;">
ajeno al mundo y en aquella torre vigía frente al mar, aquella espera, le había mantenido</div>
<div style="text-align: justify;">
lúcido y vivo. Supo entonces que de no ser así, les habría acabado odiando a los dos.Él,</div>
<div style="text-align: justify;">
el viejo Max, “el hombre del castillo”, había nacido solo para contar historias y moriría</div>
<div style="text-align: justify;">
el día en que no tuviera nada más que contar.</div>
lorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-883589178142355659.post-79759141192165471972018-03-15T11:32:00.001-07:002018-03-15T11:32:11.514-07:00<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin-bottom: 6px;">
CUERPOS EXTRAÑOS</div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
Todo ocurrió tan de repente,que los dos decidimos guardar<br />silencio;y la verdad es que creo que más bien fue porque los dos sabíamos que la noticia no había sido del todo inesperada.Podíamos ser dos personajes sin esperanza de cualquier serie de domingo por la tarde;y sin embargo,nada parecido.Sobre la mesa un ejemplar de "Plátanos sin alma", aquél título peculiar de la novela preferida de él. Junto con aquella, el primer periódico donde Marcos publicaba las e<span class="text_exposed_show" style="display: inline; font-family: inherit;">squelas por encargo desde que nos conocimos.Nunca me había parecido un trabajo demasiado extraño,aunque quizás el paso de los años y las nuevas circunstancias me habían ido haciendo reprimir algún que otro grito.Esta vez el hecho de que el muerto fuera conocido me dio un escalofrío y creo que de alguna forma me robó un trozo de infancia,o puede, que también me devolviera en una especie de inesperado vómito, por segundos a ella.El caso es que nunca me había sentido tan farsante,pues ya sabía de antemano que las esquelas se encargaban con antelación,demasiada antelación.La verdad es que nunca quise preguntar a aquél chico que me miraba con admiración,pero a veces mientras asaltábamos una librería,me preguntaba cómo podíamos llevar aquél tren de vida con tan sólo aquellas esporádicas publicaciones.<br />Justo andaba pensando esto,cuando algo llegó a mi correo de manera urgente; y fue entonces,cuando aquella sonrisa,su preciosa sonrisa, se congeló.Sentí como si mis diez años de convivencia hubieran chocado contra un certero iceberg.<br />Mientras,mis ojos,a punto de salirse de las órbitas,observaban en la pantalla del teléfono, cómo mi nombre retumbaba en luces de neón y bajo él...tan solo un tenue: "Tus padres y esposo siempre te recordarán".</span></div>
lorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-883589178142355659.post-14122656898483214742018-03-08T11:28:00.000-08:002018-03-09T05:12:16.910-08:00NADA<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
No obtuve los billetes a tiempo, por lo llegué a Barcelona ya de noche, cuando nadie me esperaba.</div>
<div style="text-align: justify;">
Era la primera vez que viajaba sola y aparecí en la estación de Francia tres horas más tarde de lo previsto.</div>
<div style="text-align: justify;">
Nunca había estado en una ciudad tan grande era la primera vez que viajaba sola, pero lejos de asustarme, aquello me daba una sensación de libertad desconocida. Los distintos aromas,las luces y los murmullos de la gente, me ensimismaban y me hacían sentí algo nerviosa. Estaba presa de la emoción de la novedad.</div>
<div style="text-align: justify;">
Quizás, mi aspecto risueño contrastaba con mi viejo abrigo, que con la brisa, me daba golpes en las piernas.</div>
<div style="text-align: justify;">
Seguí a la gente con mi pesada maleta, puesto que iba llena de libros.Cuando me quedé sola, pues la mayoría de la gente había elegido el tranvía como transporte, me dispuse a coger un taxi.</div>
<div style="text-align: justify;">
Era un destartalado coche de caballos, de aquellos que habían vuelto a aparecer tras la guerra. </div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando llegamos a la calle donde residía mi familia,aquello me pareció más una pesadilla.</div>
<div style="text-align: justify;">
Todos dormían y a mí aquellos balcones me parecían iguales.Traté de adivinar cuál sería el de mi próxima residencia, mientras pagaba al taxista,nerviosa y expectante.Subí aquellas viejas escaleras con el corazón acelerado; y al llamar, una voz temblorosa me contestó al ritmo de unos pies que se arrastraban por el pasillo<br />
<br /></div>
lorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-883589178142355659.post-77939047462667755602018-02-09T02:08:00.002-08:002018-02-09T02:12:15.860-08:00<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"> LA CARA OCULTA DE LA LUNA</span><br />
<ul>
<li style="text-align: justify;"><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></li>
</ul>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;">La estación estaba situada mucho más lejos de lo que Marcos recordaba y el viaje tampoco había sido</span><br />
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;">lo esperado,por lo que decidió hacer una parada en aquél café con el reloj de pared muerto en otro</span></div>
<div>
</div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;">tiempo muy diferente.Aún no sabía si había hecho bien y por su alborotada cabeza aparecían</span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;">pensamientos recurrentes que le indicaban que debía haber rehusado la invitación.El primer sorbo de</span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;">café le reconfortó pero a medida que miraba a través de aquél ventanal un nudo parecía ir </span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;">aprisionando</span><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"> cada una de sus vísceras a la par que se iba acelerando su endeble corazón.Habían </span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;">pasado quince años desde la última vez que se vieron y apenas habían mantenido contacto</span></div>
<div>
</div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;">alguno.Aún así ,ni el tiempo ni la distancia habían borrado ni uno solo de los recuerdos,ni los dulces </span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;">y espumosos,ni los de hiel.Todavía no acertaba a ver con claridad en la película de su vida qué era lo </span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;">explosionando dejando sus neuronas fuera de juego.Decidió pedir algo más potente que un café y</span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;">poco a poco creyó calmar algo aquél remolino que amenazada con engullirle hasta hacerle</span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;">desaparecer.Apenas quedaban dos horas para el encuentro,se dijo,tratando de que su saliva dejara </span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;">aquél nivel de densidad;pero cada vez que miraba hacia el andén y veía que el tren no aparecía,algo </span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;">hacía tambalear aún más sus cimientos.</span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;">Trató de no hacer movimientos agitados,de escribir unas líneas y de cerrar los ojos, pero todo era en</span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;">vano.Solo podía balbucear para pedir al camarero una copa más y agitar los dedos sobre la mesa cual</span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"> mal prestidigitador.El clima parecía acompañar a su cuerpo y había comenzado una molesta ventisca</span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;">que le daba a aquél hotel de carretera entre montañas un aire algo siniestro,pero quizás todo estaba </span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;">en su cabeza.Probablemente a las siete de la tarde aparecería ella serenando aquél viento y con una </span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; text-align: justify;">explicación que respondiera al interrogante que llevaba tatuado en su muñeca.</span></div>
lorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-883589178142355659.post-65113745078620959322018-02-09T01:39:00.002-08:002018-02-09T01:39:57.314-08:00LUCES EN EL PUENTE<br />
<br />
A veces sonrío y ella también, solo que yo no tengo tanta experiencia. Me mira desde el
espejo de algún extraño lugar. Todo el mundo quiere a Miss Lunatic, todos llevan a Sara
Allen en su interior, o acaso ¿te has parado a pensar que todos queremos nuestro trozo
del pastel? Un pastel de fresa, distinto por degustar. Lo cierto es que nunca, nunca, nos
dan la receta. La receta es algo por descubrir. Hoy, mientras miro mis pecas, veo también
las de Sara. La niña Allen, que sueña con la gran ciudad y sus luces cayendo al atardecer.
Imagina adentrarse en sus calles sola y en libertad. Libertad, qué hermosa palabra. Unas
veces asonante y otras tan consonante. Una estatua arrogante, a veces un simple baile en
el salón. La expresión de un cineasta escondido o de artista de musical. Libertad con sus
puntas y aristas, en todo y nada por alcanzar. Hay días que también pienso en Manhattan
recordando los paseos por Central Park. La noche cae sobre Brooklyn y el lobo viaja en
limusina. Sara y yo guardamos la moneda que nos lleve a ese lugar porque a veces los
sueños sí se hacen realidad.lorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-883589178142355659.post-2722108685814915842017-09-01T09:14:00.000-07:002017-09-01T09:14:19.683-07:00Eones de NeoprenoRegresar al corredor de la vida es lo que tiene, que allí todo puede suceder y es el lugar adecuado para encontrar gatos y palomas. Desde hace días me pregunto si realmente estuve allí durante esas horas robadas al sueño, yo, de repente de vuelta y con todo lo que traen reencuentros de dos décadas, porque quienes nos negamos a no dejar de evolucionar pero alejados de tantos roles absurdos, tarde o temprano nos volvemos a encontrar. Macero un relato en la marmita de este blog que huele ya a polvo estrellado, pero que regresa un septiembre más por aquello que se ha vuelto costumbre,como si forrara de nuevo los libros o sacara tras meses mi viejo estuche para mirar qué me falta.Es bastante posible que como aquella máquina de Zolktar, cuando vuelva a esa plaza del pueblo, el bar haya desaparecido y sólo quede un amasijo de hierros, un disco de Rod Stewart y un chaleco de un aspirante a rockero que emitía algún sonido gutural reivindicando su barrio castizo o boquerón. Una noche donde cerramos las horas con sonrisas vikingas y todos los dialectos posibles . entonces fue cuando el mundo que últimamente temblaba bajo mis pies, se volvió más real, pendulando del cobalto al cobre,alejada de amores cobardes que no te dejan brillar, que tintinean y languidecen al ritmo estridente que dice que el mundo es más terrible aún. Entonces, miras a tu alrededor y has vuelto a tener veinte años y desde allí compruebas que nada ha cambiado tanto,que a veces solo es cuestión de cambiar la marca de cerveza y matar sin gran aspavientos al que ha escondido en el subterráneo al verdadero DJ. lorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-883589178142355659.post-11158705580719027202017-06-07T05:38:00.000-07:002017-06-07T05:38:42.431-07:00LA ISLA DE NINGUNA<br />
<div style="text-align: justify;">
Andamos como siempre,sin caminar.No miramos nada ahora que hemos perdido el sentido de la historia,el hilo conductor o el hilo rojo que entretejía las vidas que creía cercanas y que cada vez se van alejando más.Hoy he vuelto a pensar en ella,cuándo no lo hago, me respondo.Pero lo cierto es que ahora he entendido el porqué de una cierta aversión a las horas de siesta.Allí,en esas horas que no son de nadie salvo de zigarras y un lejano crujir de hojas secas,aparece de nuevo el duelo,que por desgracia no es el título de ese gran disco.Solo me acompaña la respiración acompasada de mi perra y es en ese silencio cuando más recuerdo pequeños detalles que en el día a día no soy capaz de ver.Aparecen también no en vano los entresijos de la compleja relación materno_filial que curtieron a partes iguales los años y las circunstancias.De nuevo,sonidos y olores de una época que creo que no se marchitó,que de algún modo sigue ahí latente como casi todo en mi isla particular.</div>
<div style="text-align: justify;">
Hoy lo he vuelto a hacer,Lol y yo hemos vuelto a fabricar otra burbuja temporal donde acontecen aquellos veranos en Santa Eugenia,donde caminamos hacia un pergamino de tiempo ilimitado y que ncuyo verano no se verá inoxerablemente terminado al tirarme de cabaeza por primera vez a la piscina,aun a riesgo de no saber nadar.Ahora de hecho pese a hacerme buenos largos y zambullirme una y otra vez,veo que tampoco se nadar.Navego y surfeo estados emocionales como nadie,a veces en el hecho de hundirme quizás por costumbre encuentro una cierta satisfacción,que no sabría catalogar muy bien si como masoquismo u oportunidad.Mientras escribimos estas líneas,Lol y yo,que pese a la torpeza no censuraré,pienso en este año y medio en el que las decisiones tomadas y las causalidades me han traído al lugar en el que estoy_y no me refiero al sitio de mi recreo_sino a esta pseudoisla o a este universo divergente creado por y para mí,para no perecer en la amalgama de emociones que capta mi cerebro a la velocidad del rayo y con las que me cuesta a veces no naufragar,ahora que todo está crispado,ahora que todo es para y por un interés.Ahora puedo ser algo más consciente de una vez por todas de todo lo que se esconde tras la leve sonrisa,todo lo que aún no soy capaz de soltar,motivo seguro de porqué me cuesta a veces tanto escribir.En cada historia aparezco aunque no quiera entre los tablones de un naufragio o escarpando terrenos áridos y rocosos con la suela de mis zapatillas muy desgastadas.Otras veces,mi esqueleto pegado a la silla a veces necesita saltar como un resorte y se hace vital hacer algo que implique no pensar,porque algunos pensamientos asépticos y de un solo uso,pueden devolverme en un instante a mi denso Chernobill,es volver de nuevo a sumergirme en un universo distópico donde los papeles y roles se han intercambiado de forma drástica.Yo que estoy aquí junto al mar,estrenando una soltería que no esperaba,poniendo nombre nuevo a la relación más firme que creía.Yo que no soy controladora salvo con el pensamiento y ahora resulta que he perdido los zapatos,ocurre que en mi camino todos los puntos cardinales,junto con mi cara y mi cuerpo,están formando una nueva figura que acepto y me asusta a partes iguales.A medida que voy entendiendo ciertas cosas,a medida que uno puntos y sombreo;y los grises se entremezclan con los rosas y las caras de los amigos que creía que estarían se diluyen en soluto, sin que yo pueda hacer nada,veo que nada es demasiado importante.Es posible que ahora que todo ha cambiado y que ahora que termina un ciclo y cuando la fuerza física ha mermado,nosotras las que escribimos,nos vemos envueltas en otra forma de vida,donde existe algo de otra dimensión que va guiando unos pasos que de algún modo me eximen de percibir los hechos como algo errático,porque los nueve años de deshielo han terminado,porque nada es lo que parece y desde aquí puedo cambiar hasta la infancia que no fue.Unos zapatos rojos que no me indican el camino a OZ y una brújula que centellea.El camino a casa,el camino a mi hogar,a mí que no pude ser,a mí que siempre me tocó estar.Ahora que mi familia es solo animal,ahora que sé que sin el desastre,sin el plomo y sin las astillas pegadas en cada lunar...no sería yo.Probablemente sería un calamar o un baboso caracol,cualquier ser vivo que pudiera causar una cierta repugnancia o un cierto malestar,porque caer bien a todos provocaría mi rutina final y eso de momento ,amigos,lo he decidido postergar,más que nada por aprovechar el primer verano alejada de Madagascar.</div>
lorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-883589178142355659.post-33062308772220232722017-06-06T10:24:00.002-07:002017-06-06T10:24:47.664-07:00RENACENTISMO DE OTRA ERA<br />
Allí estábamos derramando gotas por el parquet,<br />
mientras viajábamos en globos aerostáticos<br />
Soltábamos sacos de arena que embarraban<br />
el agua derramada de las lágrimas de sal;<br />
y no girábamos la cabeza al saber que nos miraban,<br />
los que conspiraban y desatendían libertad y dispersión<br />
<br />
<br />
<br />
<br />lorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-883589178142355659.post-71757834364578202412017-04-28T15:21:00.002-07:002017-04-28T15:21:45.849-07:00CENTESIMAL O INFINITESIMALBuscamos las palabras enterradas vivas,<br />
las que cayeron en picado buscando una vía verde<br />
Sin embargo,tomamos la intersección<br />
Puede que un sortilegio,un juego de magia aleje la culpa<br />
Somos encuentros en la tercera fase,<br />
seres únicos o comunes;en cambio,<br />
las palabras son de aire,de viento... interdimensionales<br />
Muchas son de una altura que no acertamos a distinguir,<br />
algunas nos hablan de amores de otra era,otras,son plazos por cumplir.lorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-883589178142355659.post-15239381590564141022017-04-28T14:39:00.000-07:002017-04-28T15:28:13.575-07:00MENTES CRIMINALES<div style="text-align: justify;">
Como los segundos que faltan para dar la hora,como los segundos aislados que estallan al saltar el termostato de algo en ebullición,como...¿como qué?Los que escribimos sin orden y por una especie de demonio verde interno...¿podemos describir esta sensación?No,nadie puede. Llega,aspiras y unas veces te limitas a sonreír mientras malgastas las lágrimas que casi nadie puede ver.Y digo malgastas,porque bien te valdrían para llenar la bañera o para hacerte una buena playa en casa ,sin peces que puedan morder las uñas de tus pies o plataformas varadas como tú y como yo,porque hoy como hace un año,es día de celebración.Debí suponer que si hoy mi progenitor cumple años no iba a ser mi día,pero vagar entre los restos de un naufragio de más de una década,pues se suma a las taras que un día adquirí y a la serie de desastres naturales que los de pies en las nubes podemos llegar a soportar.Así es la historia,no hay victoria en mi desacato a la ley.Como si no tuviéramos bastante con lidiar con nuestras propias taras,nuestros naufragios y los espejos rotos del salón.Ahora toca pedir perdón,dejar las bailarinas en el felpudo para no manchar tu casa.Yo,en cambio,escupo en tu felpudo y me limpio los pies embarrados.Quizás ,me educaron para ser una señorita,aquella que nunca fui..Nada es de nadie,nadie es de nadie.Solo existen los perros para adueñarnos de ellos,pero ellos en cambio,en su belleza infinita,tampoco nos pertenecen-Somos nosotros de ellos,de esos ángeles sin alas.Siempre eligen s dueño,a mayor desesperanza,mejor es perro.Yo he tenido mucha suerte,tengo el mejor ejemplar de Podenco.</div>
lorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-883589178142355659.post-47936546843983815172017-04-19T08:03:00.000-07:002017-04-19T08:03:16.051-07:00DESPEJAR LA INCÓGNITA,SUPLICAR A MARTE<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Era finales de los 80 y todo lo
que pensaba es que quería ser como ellas,que en cada gesto reflejaban esos viernes
gloriosos plagados de libertad,o al menos a eso me sabían aquellas canciones <i>mod</i> entre tabaco rubio y algún que otro beso con sabor genuino a aquella bebida de la felicidad,eso sí,con azúcar y cafeína.Entonces,no existían esos objetos indeterminados y determinados que hoy en día nos complican la vida,haciéndonos prisioneros de la tecnología,donde quedamos enmarcados en fotocopias emocionales de
nosotros mismos.Hoy es 13 de diciembre y sigo viva,probablemente porque lo decidí en el momento elegido;y lo que es mejor aún,a pesar de sentirme tan cercana a aquél ilustre naufrago en su isla.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero lo que es aplastante y certero,es que una vez asumida la sensación implacable de haberlo perdido todo,incluso a mí,es cuando surgen quizás por mera supervivencia los plazos.<br />
Sí,plazos...siempre funcionamos así.Como si una vez que sientes que la vida se ha parado tuvieras la obligación de seguir como si nada,con aquella vida que habías dejado. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El problema es que ya ni siquiera los sentía como míos,yo no recordaba haber fijado la cuota para los sueños o para desempeñar una serie de tareas encomendadas,porque aquella no podía ser mi vida.Sí,es cierto que yo estaba allí en medio de todo escuchando las voces de los que me rodeaban y sin embargo ,no.Era entonces cuando recreaba los viernes de Madrid,de locales que ya no existen y de plazos de una vida,de una
era,de una y mil vidas…menos de la mía.Madrid era en aquellos días un hervidero de
arte y cultura y yo encontraba el bálsamo perfecto para caer en mi olvido,alejada del destino y sus desvaríos,como si clavando con
chinchetas en un corcho los recortes de revistas o envuelta en el look de videoclip pudiera parar el transcurso de las cosas,pero siempre aparece a la velocidad del rayo aquél buitre carroñero que busca la manera de sacar tajada de borrascas y
anticiclones ,mientras yo,sigo intentando ordenar las capas sin que se escape nada,porque cualquier detalle o mínimo destello me puede ayudar a comprender el transcurso d eunos días que no eran el tiempo de las cerezas y que sabían al más puro licor de almendras.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i>Desechar las ideas muertas en
sueños deshilachados<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i>Recortar el permiso en trazos de pizarra,<o:p></o:p></i><br />
<i>en cornisas que vacían al cielo </i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i>Limpiando tejados,blandiendo mi cara,<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i>oculta, sedienta ...buscando la pared en tu desliz.</i></div>
<i><br /></i>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
lorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-883589178142355659.post-19143509029112434542017-04-16T08:35:00.001-07:002017-04-16T08:35:07.746-07:00ASESINATO EN 8mm<br />
Como si estuviera pactado,<br />
en formas e informas muere<br />
Lo hace en su rebeldía,con orgullo en varias tomas<br />
<br />
En cada par de secuencias,muere y desaparece;<br />
pero solo un par de veces al mes,con tal de molestar<br />
Sostiene en una nota una palabra de verde<br />
La besa de puntillas,sellando con labios color violáceo<br />
Esculpe la obra acabada,que desnuda a los valientes<br />
<br />lorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-883589178142355659.post-66628386219390243592017-04-15T04:42:00.000-07:002017-04-15T04:43:24.874-07:00HOMBRES RANA<div style="text-align: justify;">
En apariencia somos extraños,extraños de casi todo lo que nos rodea.Probablemente porque nos abandonamos al olvido de nosotros mismos,porque decidimos que había llegado un temprano ocaso a medida que avanzábamos en la vida,tal y como nos acostumbrábamos a que a ciertas maneras y costumbres se le denominaran fracasos.La cuestión es que también se trata de algo irreal,fabricado a medida de todos los que han colocado las marquesinas de una sociedad que roza el absurdo,que cerca la inteligencia y que demoniza ciertos patrones que son de por sí naturales,para hombres y mujeres mono que juegan a teorizar acerca de nuestra proveniencia y que enlatan y sazonan al gusto emociones de cualquier tipo.Aquellas que una vez olfateadas,etiquetan y abandonan en aquél desván.Eso sí,de forma ortodoxa y seleccionando por años,para destapar convenientemente según surjan necesidades,sean de este siglo o del Pleistoceno.</div>
lorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-883589178142355659.post-70841863022499768342017-04-12T07:26:00.000-07:002017-04-15T03:23:51.121-07:00CONFESIONES DE UNA ARTISTA DE MIERDA(PARTE III)<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;">No voy a descubrir nada nuevo,pero aquello de que el mensaje es cosa de dos,hoy cobra más fuerza.Cuánta distorsión y malas interpretaciones.Cómo defendemos a ultranza lo que consideramos de nuestra propiedad(sean hechos,creencias ... incluso personas...)y no dejamos que las diferencias puedan fluir.Si algo no nos cuadra con la imagen que nos hemos creado o las expectativas,ya no valoramos la parte buena de algo o de alguien.Cambiamos de chaqueta o nos mostramos en retirada,si</span><span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;">n que haya posibilidad de réplica o una simple conversación.A veces,yo,fallo en dar explicaciones y es un hecho constatado que todavía es peor.Y sí,ya está más que dicho que cada uno tenemos un prisma y que las relaciones con los demás en cualquier ámbito son complicadas,no descubro nada nuevo,pero igual que los demás ven en ti a distintas personas...tú tienes el mismo derecho a elegir cómo mirar.Eso sí,luego,cuando realmente tengas más datos,es un ejercicio ver cómo nos equivocamos o ver cuánto acertamos según nuestra intuición.Quizás,seamos tantas cosas que nos cuesta no poder delimitar o etiquetar,nacimos con esta tara,qué se le va a hacer,porque en un mismo día,puedo pasar de ser una chica a una señora y de guapa a fea (sin atrezzo)</span></div>
<span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;">en un plis. Ser demasiado alegre o extremadamente triste, gorda o esbelta,alta...bajita.Yo creo que soy todas esas mujeres entre otras cosas.Ángel y demonio...víctima y verdugo.Así que ya, a estas alturas,mis disculpas si no fui lo que esperabas y sólo viste lo peor de mí(hablo en general,por favor) . </span></div>
<span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;">
<div style="text-align: justify;">
Ya me quedo con quien ve quien sí soy, con mis sumas y restas, en este particular salón de espejos de un parque de atracciones.</div>
<div style="text-align: justify;">
A veces no es más que no ser un crack en habilidades sociales, en un mundo creado para "hijos de un Dios menor" y no haber salido salido de un libro de buenas maneras,usos y costumbres puede alejar el anticiclón.</div>
</span>lorenahttp://www.blogger.com/profile/15601367622568161431noreply@blogger.com4