miércoles, 10 de julio de 2013
LA CIUDAD DE HIELO
Los copos caían con una fiereza inusual y se deshacían al entrar en contacto con aquella atmósfera densa y gris de la ciudad.Los edificios se solapaban formando un escenario único.Millones de personas sumidas en su universo particular,cada cuál con su montón de cajitas cerradas con llave guardando secretos por descifrar.Corazones slitarios entre la multitud de coches y multitud de todo bañado en alquitrán.
Las calefacciones habían hecho lo suyo por enturbiar aún más la atmósfera tan cargada, pero en un día como aquél era impensable sobrevivir siquiera sin ese calor que Julia pensaba venía del infierno de aquél edificio.Se asomó a la ventana y vió como morían los blancos copos que cada vez caían con más rapidez y se sintió vacía y pequeña. Por un momento deseÓ ser engullida de un bocado por la ciudad o alguno de los Monstruos que habitaban con ella.
Ni siquiera podía abrir la ventana,aún esperaba que el portero subiera un día de estos a arreglarla.Lo cierto es que la ventana le dba igual,el aire nauseabundo no ayudaría en absoluto a recuperar el color de sus mejillas, pero al menos el hecho de hablar con alguien un rato podría sacarla de aquél letargo en el que vagaba su existencia.
Abajo,en la calle, el asfalto se iba cubriendo poco a poco por una mezcla de blanco con pisadas que distorsionaban su luminosidad inicial.Desde arriba se le antojaban las más diversas figuras y sonrió al ver cómo de nuevo su imaginación cobraba vida.
Suspiró y recogió su pelo negro liso en un pequeño moñito y con una taza de café se acercó a la ventana que no ´se abriría al mundo hoy para ella.Miró su reflejo y apenas se reconoció,parecía una de esas japonesas de las pelis de terror que solía ver a veces cuando Marcos regresaba de uno de sus viajes,y es que el cansancio de los últimos días y el rímel tras horas de lágrimas habían hecho de las suyas.Con la mirada perdioda fijó la vista sin mirar hasta que sintió un calor inusual seguido de un escalofrío que recorrió vértebra a vértebra su espina dorsal.Miró hacia atrás y solo vió cajas con la vida que imaginó en aquél apartamento. Cajas vacías , libros y discos...esparcidos por el salón.
De nuevo, esa sensación. No sabía descifrar qué era esa electricidad tan diferente,tan inusual .Dejó las preguntas para otro momento y exhaló el aire contenido .Cogió de nuevo su taza que ahora estaba máS caliente que antes para su sorpresa y
la chica volvió a su ocupación del día,contar los copos que se estrellaban contra el asfalto y los ventanales,esta vez con más violencia,hasta que reparó en la ventana frente a la suya.Desde allí, un chico pálido de su misma edad le sonreía como nadie antes lo había hecho.Instintivamente apoyó la palma de la mano sobre la fría ventana y él al unísono hizo lo propio.Tan sólo unos metros los separaban y un edificio,quizás era hora de volver a salir al mundo y dejar de lado su particular invierno.A través del ventanal sintió el tacto de él,suave y delicado y su sonrisa iluminó el vacío apartameno.La electricidad recorrió todo su adormecido cuerpo,esa extraña y desconocida sensación de hacía tan sólo unos instantes,y al fin,se sintió en casa.
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que triste para una hermosa y calurosa noche de verano, no??
ResponderEliminarBUeno a mí me da esperanza a pesar de la tristeza ,como un nuevo comienzo. Me entraron unas ganas de lluvia y fresquito ayer yo qué sé por qué jajaajja y mira que no me gusta el invierno ni el frío pero ayer era de esos días de meterme bajo una manta y decir..no estoy jaajjajaj
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