La fiebre en invierno encendiendo las flores de nieve ,fabricando un acantilado infinito que rueda hasta la mesa del salón salpicando oleaje mientras esculpe tu rostro. Firme, sereno formando ángulos que refleja la luz amarilla hacia tu pared. Acechando las horas que se esconden hasta un nuevo día,
preparan su ropa, la mochila y hasta el desayuno; mientras destapo en mi pequeño iglú nuevos amaneceres con otros soles alzando vela y calentando madera.
Y las cosas se ven de otra manera con esa luz del amanecer.
ResponderEliminarVes ya no sólo quiero Otoño, sino frío. Tanto calor me está fundiendo los plomos jasjas
ResponderEliminaruisssssss...... frío??' espera un poco no????
ResponderEliminarEs sólo imaginario,no te preocupes
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