EL MONTACARGAS

Tomar ese café, rehusarlo
Orgullo y prejuicio,
sentido y sensibilidad...
Madrugando las dos caras,
tempranas para fallecer
Fueran de monedas, de discos o de un pastel
Ocultando sus vértices, aristas y lados ,
el anverso y reverso de tu mantel


Escondiendo  las garras y uñas para no arañar,
aquellas que sin quererlo no quisiste ver
Mientras los lazos que antes parecían flotar,
se desatan de pronto sin avisar
Y aunque uno lo intenté...sucumbirá
esculpiendo  las miradas del  desdén,
de las almas extrañas que se parecían conocer;
y las prisas las han subido al otro tren
donde los vagones descolgados seguirán,
anhelando luz solar para brillar.