Convencida de que un día volveré a ser la hiedra que trepe
desde aquél muro.
Asustada por pedir las palabras al punto,nunca hechas,nunca crudas.
Quizás, todavía,nunca y siempre... la luz sea tenue y se tumbe en tiempo real.
Cuatro
esquinas de una calle sin farolas ,sin prisas,sin ausencias.
Yo no pido calles envueltas en celofán,calles que creía tener para mí,pasajeras de mi realidad.
Baldosas y enjambres que no eran de nadie,como las esquinas de aquella luna cuadrada que nos
marchitaba a los dos.
Por todas estas razones,un día...seré hiedra,verde ácida o sutil verde;y acabaré trepando por aquél
muro.Lo haré sin razones,porque sí;y será para no llegar a ningún sitio,ni siquiera a ti.
Sólo un ideal para saber que se siente desde tu dimensión.Cuatro calles sin espinas,que no son de
París...
yo una vez muerta me importa una mierda en lo que me convierta, ahora soy un zombie... vivo para mis hijos y mi trabajo... sin vida propia, así que una vez muerta, cualquier cosa me vendrá bien
ResponderEliminarbesos
Juanaaaaaa jajajjajajjaja pues vive lo mejor que puedas aquí y sueña,yo prefiero buscar aunque sea con la imaginación
ResponderEliminarinteresante manera de ver la vida y sentirla
ResponderEliminarPara bien o para mal hay determinadas cosas que uno no puede elegir...por eso en otras, hay que sacarle jugo o tomar partido.Un beso y bienvenida,siempre!
EliminarPara bien o para mal hay determinadas cosas que uno no puede elegir...por eso en otras, hay que sacarle jugo o tomar partido.Un beso y bienvenida,siempre!
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