CIRCENSE

Quizás la mujer con dos cabezas, o el enano de incisivos metálicos...¡no, no! Ya lo tengo ,repartirán el botín y nos gobernarán el payaso de la sonrisa diabólica y la dama de piernas ortopédicas que pinta su cara y vende al diablo en cada actuación un pedacito de su alma. Total, ya casi no le queda que repartir...canta creyendo que es una diva de los años cincuenta y en cada nota nos espanta cada día un poco más. Yo no sé, pero  quizás seguir el camino de baldosas amarillas y otear el horizonte de una doble vida me haga sentir un poco mejor; pero doble vida de las hadas por supuesto...¡qué te pensabas!.pero no porque no crezca, sino porque no crezco a partes iguales ni simétricas...ni todos los días de Dios o del Diablo.