miércoles, 11 de noviembre de 2015

LO IMPORTANTE ESTÁ EN LOS DETALLES"


Un martes cualquiera ,con trece o sin él,había sido el día escogido.
Comprobó que había cerrado bien aquélla puerta por la que habían pasado tantas personas personas. 
Personas cimiento,tejado o puente...como en la vida de cualquiera.
Se cercioró e que las llaves se habían adentrado entre la maleza de aquél bolso que sin ser el de aquélla institutriz,engullía todo con un deseo más que voraz,y una vez todo aparentemente orden voló por aquéllas escaleras cargadas de historias enlazadas,de soledades y amores envueltos en licor.
El viejo ascensor chirriaba pidiendo quizás ya una jubilación y Marta rozó el cristal con cierta nostalgia recordando las conversaciones con Max. Porque aquéllo ,aunque efímero,como todo lo onírico había sido parte de  aquéllas semanas en las que su visión de todo cambió para convertirse en aquella nueva versión,alejada para siempre del deslavado y centrifugado al que todo el mundo parecía sucumbir sin la menor resistencia,existencia de la que aquél hombre la había rescatado.
Al salir del portal ,el aire frío de aquél Madrid que ya no conocía le hizo pegarse al asfalto momentáneamente y volver a la realidad de las prisas y las entrevistas incongruentes a las que se había vendido,más por desidia que por una remuneración aceptable.Se agarró a su bolso que a veces parecía cobrar  vida y dirigió sus pasos pesados hacia las escaleras de metro.El cuerpo como el de un robot,rígido...la mente muy lejos de allí,.
No se había despedido,él odiaba las despedidas.Recordó aquél viernes de vuelta a la tediosa normalidad. Cuando Mayca volvió a alquilar el apartamento pudo ver bajo el  cortinón gris ,que ocultaba cualquier pieza del mundo exterior,aquél tocadiscos de color blanco y pudo reconocer sin penas esfuerzo aquél  olor a hojas secas  y a madera,tan peculiar,que  inundó todo el inmueble.
Ahora, en una estación perdida ,todavía buscaba una respuesta.Suspiró y algunas palabras fueron llegando a ella ,exhaladas por las ratas o por los muros de aquél inframundo.Aquélla mañana sólo podía centrarse en aquél mantra que ahora se había convertido en obsesión y que aparecía centelleante en los carteles de publicidad,en los anuncios de la tele y hasta en canciones olvidadas que a veces subían hasta su casa por aquél misterioso patio de luz.

4 comentarios:

  1. los recuerdos a veces son muy hijosdeputa...
    besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya,pero me encanta escribir sobre personas que están en mi imaginación.Los buenos recuerdos no nos los quita nadie y eso me encanta

      Eliminar
  2. Ciertamente, lo importante siempre está en los detalles. Eso es verdad.
    :)
    Un beso, niña!

    ResponderEliminar