sábado, 17 de septiembre de 2016

ON EVERY STREET

Había llegado hasta allí casi sin darme cuenta con la esperanza de poder encontrar la razón que supuso que se precipitaran los acontecimientos.La primera vez que fui consciente del problema derivó de una breve conversación con Alan,pero cuando quise ponerme en marcha,para ella ya era demasiado tarde.Nada de lo que escribiera sería igual,nada era suficiente para ella.Yo,apenas tenía voz por aquellos días,pero aquella historia consiguió atraparme y sin conocernos,el destino tejió un lazo entre ambas gracias a una de las personas en las que más confió.
Lo que sucedió después todos lo sabemos,pero aún recuerdo el día que nos conocimos y de cómo miraba al mundo.Nadie salvo ella podía ayudarla y habíamos llegado ya a una categoría insalvable,por lo que lo que prometí  en aquellas vacaciones en Niza,es ahora la parte del contrato invisible que me toca cumplir.Soy las dos partes,soy juez y abogado.
Aún,todavía siento escalofríos al sentir aquella fría madrugada de sábado,cortante e hiriente tras descolgar el teléfono.Ella se había ido;y lo había hecho en silencio,sin notas ni despedidas.O quizás,sí...Aquél brillo aislado se había ido posando cada día un poco más,borrando cualquier
 huella de juventud pese a su edad y la tersura de su piel.Todo se había vuelto niebla en aquella casa solitaria que Max había abandonado hacía unas semanas.
Carreteras secundarias me llevan de nuevo a ella,a sus días más pesados y a otros donde todavía se sucedían los éxitos y las obras premiadas.
Avanzo lentamente por una carretera rodeada de pinos en un coche de color rojo y pienso en si algún día serás capaz de encontrarme sin vientos a favor y con el peso de los años sobre cada uno.Creo que sí,quizás por eso me encomendé a esta tarea,como si al salvar sus obras de algún modo nos salvara también.El hotel es de una película conocida de terror con sus muros blancos y su silencio de madera y piedra.Espero encontrar el camino de vuelta o al menos un cine con palomitas.No espero nada de nadie,tampoco de los domingos en los que desaparezco.
Sonrío a mi vieja maleta que lleva  horas de cansancio acumulado.Todo el material sufre una sacudida en su interior ;y  la materia y energía se fusionan, dando lugar a  algo que yo no puedo ver.
Siento calor al cogerla para  cerrar la puerta del coche.La radio se enciende sola y las luces de las farolas ya encendidas tintinean.Te echo de menos,cada día un poco más,pero tengo que terminar lo que empecé.No quiero convertirme en ella,me parezco demasiado,pero no puedo convertirme en ella.No quiero niebla ni el olvido del tiempo. 
Miro el reloj que me regalaste y me anuncia que es domingo y que falta un día para mi cumpleaños.No se si estarás.No me gustan los domingos,siempre me veo con alma de naufragio,intentando nadar sus horas hacia la superficie,pero siempre me hundo.
La habitación no me gusta pero me reconforta ,si no miro la moqueta.
Aquí puedo retomar lo que con ella no pude,aquí estoy en la nada,donde nada me recuerda las palabras que en bocas de otros suenan idílicas y maravillosas.Me dirijo hasta la entrada pisando con mis botas las palabras que quiero esquivar,como...casa,familia,pasado,futuro,domingo y palomitas.
Nada importa en este caleidoscopio que he decidido elegir.Tengo un plan,un objetivo claro y no es regresar a nada,es acabar lo empezado.No quiero ser como ella,no quiero llenar la maleta de algo inmaterial,de notas y retales. No quiero más novelas sin terminar.
Pero a veces cuando me marcho,lo hago con la esperanza de que en alguno de los destierros que busco para no perderme en la vida sin más,tú aparezcas sin preguntar.Recorro el mismo camino,lo recorro de frente y a la inversa,dando vueltas  en círculo algunas veces,otras desafiando a la gravedad.Hoy,hace un año que me marché y cada día avanzo un poco más.Me pregunto cuánto camino has de recorrer hasta que no haya obstáculos,hasta que los días comiencen por la mañana y se esfumen con la caída de la tarde.Imagino nuestro jardín imaginario con la mesa de madera,una vieja radio y un manzano.No necesito más,salvo evitar una idea,una idea segmento.
Esa idea comienza con tus pasos saliendo de un bar de carretera justo doce minutos antes de que yo efectúe mi entrada;y allí al entrar y pedir un café,solo encuentro mi nombre escrito en un papel. 

domingo, 11 de septiembre de 2016

CIUDAD ESCALA


Hasta esta noche nunca había soñado contigo,nunca había pensado en ello.Veintidós años en común y nunca,ni aunque me lo hubiera propuesto,se había dado tal acontecimiento.Esa extraña sensación que esconde algo retorcido y me hace asumir de antemano que ya tienes tus planes para mí.No hace falta que busque entre los parches que han quedado de esta madrugada,cuando tomé la nacional 33 al salir de Oniria. De hecho,a sé que has trazado ya la ruta y has dispuesto a los comensales entorno a la mesa.
Todavía recuerdo algunos detalles de aquél primer encuentro,allá por 1994,pero he de recordarte que no fue el primero,aunque puede que tú lo hayas olvidado.Antes de la fecha, algunas vacaciones nos habían juntado en un pasado incandescente,repleto de fiebre del sábado noche.Jugábamos a ser mayores y nos creíamos importantes,capaces de todo,de levantar el vuelo allí donde se nos antojara.
Pero entonces llego 1994,donde yo no quería estar,por eso me guardas todavía rencor.
Aguantaba los días de lluvia evitando decir que echaba de menos demasiado y las tardes en la Alameda se hacían un nudo,junto al deseo de ver el mar desde mi ventana.Pensé que se me pasaría,que al final estaría mejor contigo,pero no.
Envolviste en espejismos todo lo que escondías por allí donde pisaba.Me regalabas una calle empedrada con aroma de geranios ,mientras afilabas las garras envolviendo mis sentidos;y lo hacías con tus trucos,entre rumores de agua y jazmines derramados por el suelo.
Cada día me sentía más extraña en tus brazos ;y aún así ,yo me dejaba arrastrar esperando que un día llegara ese encuentro perfecto.Creo que anhelaba que nuestra historia fuera de esas que no se pueden contar,hasta que  un día cualquiera, alguien las escribe en papel para darles el don de la inmortalidad.
Pero pasaron los años y tú seguías igual.Con tus luces sin neón y las alas desplegadas,escondiendo tus sombras en un baile continuo hasta el amanecer.
Por una vez fui capaz de volver a creer en el amor.Tus plazas,tus calles y todo tu cuerpo vibraba con cada huella de mis zapatos ;y sin embargo,descubrí en pocos meses que no tenías tiempo para mí. Me culpabas de mi falta de paciencia,me castigabas sin salir.Encontrabas la manera de envolverme,de guardarme para ti.
En el fondo creo que lo que más te duele es que no tengamos canción,pues quien te precede la tiene, tú sin embargo no.Pero lo cierto es que aún no he encontrado nada que se asemeje a ti,a esa esencia que llevas oculta y que sólo algunos pueden ver.Sólo se vislumbra si te quedas por un tiempo ,si no te pertenece.
Por eso vuelvo,para encontrar de una vez la melodía y hacer las paces contigo.Esta vez viajo sin ocupantes y con la maleta casi vacía;probablemente a expensas de rellenar sus huecos, que son una mala copia  de los que quedan aún en mí ahora que soy mitad aerostática y casi a partes iguales,una masa de helio forrada de color violeta.
Olvido decirte que al volver a verte hace unos días,me envolviste con tu lava para llevártelo todo.
Bueno,puede que todo no.Arrasaste  las pesadillas y me dejaste tres objetos que vi al tomar la carretera de vuelta a casa(A casa...qué palabra tan curiosa,la repetiré  hasta que sea mía)
La carretera y un sol de otra era,casi espectral,junto a tres objetos.Aún no he acertado a entender el mensaje,así que aquí me tienes,descifrando el mensaje junto a tu beso torpe de despedida.
Cierro los ojos,extiendo la escalera de cuerda y vuelvo a empezar a contar.Desciendo mis pasos hasta otra edad,abro la maleta vacía y mido mi temperatura corporal.Ya todo y nada  tiene sentido,salvo tu torpe beso que rememoro una y otra vez.Quizás, después de todo,nos hayamos echado de menos.
Creo que hoy he encontrado tu canción.