SOLES NEGROS

Me paseo entre el olvido y las luces futuristas, columpiándome en la espina de plata de un pez que no existe. Hoy decidí salir a nadar entre  la multitud, llenándome del vacío del hormigón y cemento; de las miradas inconexas sin expresión que encargan lo más preciado y compran la felicidad  con un corte milimétrico en  su pago envuelto en plástico dorado.
Nos roban los sueños, nuestras vidas y seguimos añorando las prisas porque allí,  en las prisa,  nos olvidamos de vivir que a veces duele demasiado, porque ningún tiempo fue bueno para la lírica. Nos devuelve a una extraña y consabida realidad el hecho de hacer, producir...hasta desfallecer, con la   excusa de así sentirnos  vivos, aunque por dentro hace tiempo que no lo estemos y te hayas convertido en un recortable, en otro ente que te ha poseído y con suma desfachatez viste tu ropa , se cuelga tu mochila y escudriña las gotas de tu bote de perfume.
 No importa, ya no te das cuenta de las cosas que no te gustan, las hace él por ti. Tú te limitas a sonreír, a tragar y mascullar lo que el personaje que ahora ocupa tu cama, lee tu periódico y tus libros no te deja decir.
No pasa nada,  porque mañana amanecerá una nueva luz de petróleo y dormiremos gracias a la pastilla que inhibe los miedos y el color de los sueños que tenemos los dos de extraterrestres; pero ya  nos hemos dormido con el " tener los pies en la tierra" y bien satisfechos, porque ya hemos pagado el impuesto y la tasa de lo que cuentan que es la felicidad. Pero, ¿ quién escribe estas líneas?¿Es él o he aprovechado su siesta de lluvia y de pátina gris?

Lo sé , no me puedes responder. Y me miras con ojos sin fondo, con esas dos cavidades que ahora son tus preciosos ojos en esa cara que ha cambiado de forma y que ahora es totalmente desconocida y ovoide. Y yo, yo te prefiero así.