ENTRE DOS MUNDOS

Mis pasos lentos van hacia ese cruce de caminos. Tras las semanas de tempestad, llegará una calma inusual que probablemente se convertirá según mi alma vaya acallando ,primero en tormenta y luego en esa lluvia finita que decía Forrest Gump que pinchaba.

Podré elegir, podré decidir y me sobrarán horas del día para según los distintos estados adentrarme en remolinos de actividad o llenar mis musarañas con telarañas repletas de  recuerdos ; malos y  buenos desde que llegué aquí como de pasada y sin querer. La posibilidad de marcharme también está ...de olvidar estos años, de volver a los antiguos amigos y al origen mágico al que soñé con volver y que cada vez tenía más lejos. Quizás unos días con tierra de por medio me hagan verlo más claro, la realidad es que si no me voy es por quien siempre ha estado ahí ,ya no me ata nada más.La cruda realidad ... que apenas nos vemos .Quizás, esperar... o vivir a caballo  entre dos ciudades no sea tan desacertada y sea lo que estos años de estancamiento le pidan a mi cuerpo y alma. Así que,entre la risa y el llanto ;y a partes iguales inundada de calma y de desazón ,sorteo los días hasta que pueda volver a decir...¡ya me tienes de nuevo, Madrid!