PENSANDO POR LOS TEJADOS

No sé si serviría, pero por si acaso me iría al kilómetro cero. Empezaría a dar pasos después  tras un momento de mirada fija y perenne como buscando una brújula.

 Posiblemente mis "Merceditas" de pulsera me llevarían al Barrio de las Letras, de eso estoy más que segura.

Allí se entremezclan los olores. los colores y los sabores solapados de una y mil épocas. Todos los sentidos a punto entre fachadas fachadas y tejados de pizarra.

El Teatro Español, la Plaza de Santa Ana y la iglesia con la floristería. Lo de ayer y de hoy en una incesante lucha por aguantar, por pasar página sin olvidar lo que fuimos o lo que seremos gracias a siglos de historia.
 

Mis pasos vienen y van, con sensación de olvido intermitente. Quiero un cambio, recuperar la ilusión perdida ,que se fue  despacito y sin avisar entre tantos situaciones que jamás pensé que sería capaz de enfrentar sola.
En mi paseo, quiero escupir la desdicha, ahuyentar al espanto y vaciar el vaso de la nostalgia serenando todo mi ser adolecido de tanta falta de calma y descanso. El suelo está lleno de célebres letras y el barrio lleno de casas encantadas y de puertas...con silencios o bullicios.
Ya no me duele lo de antes, pero el camino aún es largo. Mientras me acostumbro a mi nueva ropa y al cambio de estación,me dejo llevar como antes no era capaz; y entre la tormenta también soy capaz de disfrutar.
Ya no colma el vaso de mi poca paciencia el que no se pongan mis zapatos, el que la suerte la vean como normal y que es lo que la vida les debe ,ni me quita la razón .
Ni el que se extrañen...ni el que culpen de una suerte que nunca pedí ni busqué, sino que llegó sin avisar,aún no sé si para joder o enseñarme. Lo cierto es que sí sé que aun no siendo nada variable , como Tatiana Maslany, puedo ser unas cuantas mujeres a la vez sin perder mi verdadera esencia, y eso no es fácil de calibrar, ni cualquiera es capaz de aguantar.