domingo, 24 de marzo de 2013

SONRISA

Y esta vez mi boca se estiró y estiró como uno de esos magníficos chicles Bang Bang o Cheiw en una inmensa sonrisa. Y esta vez no fue fingida, ni por timidez ni para evitar las preguntas que temía mi dolor. Y entendí que es bueno hablar y explicar, y así  soltar amarras... pero que había que elegir al oyente ... mártir o privilegiado, dependiendo de la forma...y sucumbí a la certeza de que era un arma de doble filo ante mi tremenda sensibilidad.
Pero ella se hizo  inmensa cuando vi que aún quedaba gente izando velas conmigo y que no se asustaron ante la tormenta. Mi sonrisa se alargó llegando más alto que las nubes para pasar después al sosegado nivel del mar ,y pobló mi cara de arrugas que no temí porque no eran como las de antes, eran de felicidad ; al saber que podía contar contigo, al comprender que tomaste un vuelo raso sin huir de mi radar. Un maremoto de sensaciones. Mis defectos y mis virtudes...y no saliste corriendo;  te quedaste en silencio para observar, para encontrar la palabra adecuada que no se la llevara de golpe y la hiciera perdurar. Para que nada ni nadie borrara mi sonrisa de un plumazo.

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