En ocasiones mi pensamiento se encadena a otra realidad y el hecho de no saber si soy real o inventada empieza a cobrar vida.
Supongo que es inevitable. Ayer se subían unas cuántas almas que transitaban por ahí en uno de mis desvencijados vagones. Hubo de todo, los que querían viajar en turista y en preferente.
Muchos se disputaban los sitios que creían corresponderles ;yo esperaba a ver ante la incertidumbre, al fin y al cabo dicen que todo se acaba poniendo en su sitio.
Yo creo que a veces no, simplemente todo confluye en el caos de una vida que elegiste y no a partes iguales.
Un mes y medio después de mi marcha ,hay cosas que no han cambiado nada; y entonces ,esos días al trasluz entre sueño y pesadilla...cojo lo imprescindible y camino lento hacia la playa. Es entonces cuando todo parece como un libro, cuando surgen las respuestas que no encuentras de la vida.
Allí, al fundirse el cielo con el mar se abren los candados ,mueren algunos medio ahogados y otros me saludan con bañadores de rayas desde un mar sin olas reales, que yo sólo veo porque las provocan.
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