sábado, 28 de mayo de 2016


CARRETERA Y MANTA

La tarde estaba tocando a su fin y el cansancio empezaba  a dar los primeros coletazos. Tras pasar el día en el camping, cogí mi pesada mochila, dejando atrás  un pasado que pesaba tanto como mi equipaje. Me despedí de mis antiguos compañeros para emprender ese viaje tan personal hacia el centro de la Tierra, un viaje  interior que hasta entonces había postergado. Al cruzar aquél camino que ocultaba una antigua calzada romana, la idea de no saber mi destino me hizo sonreír .Hacia dónde me dirigía era una incógnita ;y a quién encontraría por todos los caminos perdidos y poco transitados disparaba mi imaginación. Tras caminar durante al menos dos horas, decidí hacer una parada para descansar y comer algo. Encontré  a un lado una tranquila arboleda desde donde se veía el mar.Parecía resguardada de todo  sólo se respiraba silencio.
Extendí mi manta de cuadros ,que seguía luciendo aquél variopinto colorido a pesar del paso del tiempo, dejándome envolver por su suavidad y aliviada al ver que no daba calor aun siendo de lana.
Abrí la mochila en busca de algo que comer y no pude evitar que rodaran algunas lágrimas, ante el gesto que mis dos amigos habían tenido. No sé qué me emocionó más,pero de algún modo ya no sentí aquella soledad cayendo como el plomo.
Una pequeña libreta fue lo primero en salir a mi encuentro, dando paso a un ejemplar firmado de "La doble vida de las hadas", que estaba envuelto en el pañuelo ibicenco de Iván. Pero ahí no quedaba todo, una suculenta bolsa de picnic donde habían mimado cada detalle, me esperaba lista para degustar. Devoré aquél pan casero  con aquella inigualable mojama y terminé con la camiseta manchada de aquella fruta ,que supuse había pasado la varicela hacía poco. Ya más en calma y tranquila, no me importó hacia dónde apuntaba mi brújula personal. Al fin y al cabo, podía estar en norte o  sur dependiendo de hacia dónde dirigiera mi mirada. Sola en medio de todo y de nada. Tras unos minutos,decidí retomar mi peregrinaje y llegar hasta el siguiente pueblo antes de que se hiciera de noche. Estaba cansada y no me quedaba apenas agua, por lo que decidí salir a la carretera y subirme sin reparos en el primer coche que me diera buena espina y que fuera de paso. Pasaron dos que por motivos desconocidos rehusé coger.El tercero se me antojó el elegido;era de un brillante color rojo y con una matrícula peculiar, donde el número once aparecía por duplicado.Supe que pararía y al subirme sentí un escalofrío.Todo me resultaba familiar y de alguna forma percibí que aquella escena ya la había vivido antes.
Entorné los ojos tras el agradecido saludo de rigor  y esperé un poco más para cerciorarme  de que no estaba soñando.
Pero lo cierto es que antes de que la mujer se presentara, ya sabía que se llamaba Elsa y que era pintora. Los siguientes datos fueron apareciendo en mi cabeza y se fueron colocando en su orden establecido.Sin que mediara palabra, ya sabía de antemano que su casa estaba en una colina junto a la ermita y que a su marido le apodaban "el holandés".Todo aquello había ido apareciendo durante los últimos meses empañando mis horas de descanso.
Ahora, había pasado del blanco y negro al color. 
Aún perpleja,me acomodé en el asiento sin quitar la vista de  aquella carretera de colores ocre que acababa con una serpentina de casas encaladas en blanco. Todo sabía a verano y fluía al ritmo de aquél ” The first of the gun to die”  que sonaba en la radio.
Entonces vi con claridad que mi viaje había terminado; y tuve la certeza de estar en el momento preciso.Lo mejor de todo, era el hecho de no haber tenido la necesidad de utilizar ningún GPS, que me dijera aquello de “usted ha llegado a su destino”.
Sin duda, era él  quien me había encontrado a mí; y tan solo había tenido que dejarme llevar sin planear nada por primera vez.

2 comentarios:

  1. Mi destino parece esquivarme continuamente...
    el 11 tiene para mí un significado muy especial todo lo que ocurre en mi vida negativamente viene precedido por ese número
    besos

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  2. Bueno, sólo es un relato. A mí lo cierto es que casualidad o no se me ha repetido incesantemente cuando algo iba a cambiar o iba a conocer a alguien importante en mi vida. No sé, siempre he sido un poco escéptica pero...un beso y espero que de ahora en adelante sólo preceda tus sueños o las cosas bonitas que ya te toca vivir.

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