jueves, 31 de julio de 2014

HOJARASCA Y CHICHARRAS

Llega el mes, el que me ha dado tantas cosas y el que se ha llevado tantas otras. El mes que aunque tengamos calor hasta Octubre precede al Otoño.
El calendario tintinea en la pared queriendo adelantarse a mañana y borrar la sonrisa "de un tal Santi" que luce en blanco y negro sobre la pared; y que en días raros me hace reír con su humor tan particular que no todo el mundo entiende.
Pero llega ya ,en unas horas; y me estremezco. Agosto somos nosotros, mi chico y yo.
Durante un mes estaremos ahí con cara de felicidad pensando en todos los sueños por cumplir y posando para un objetivo ,convencidos de que las nubes negras no nos alcanzarían.
El mes se regodea con haberse llevado a mi madre tres días antes de su cumpleaños, no llegó a los sesenta.
Aún así ,mientras miro las caravanas de la gente que se va de vacaciones yo hago planes con cada día. No me importa si esta vez no veo el mar o si me siento a veces sola o fuera de sitio. Mi mente me lleva a donde quiera llegar; y esta vez, al menos por esta vez ,no pienso caer en la trampa si me muestra sus garras y colmillos afilados.
Cada día algo nuevo, adquirir un hábito. Cambiar un camino, hacerlo distinto. Y así,  cerrar un ciclo y apagar las luces tenues aunque no espere fuegos artificiales.
Me quedan días de hojas secas, lecturas de última hora mientras se van encendiendo las almas de la ciudad entre el color rojizo del cielo al atardecer

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