Nos habían enseñado como debíamos echar el café y nos habían dicho que Praga nos sentaría bien.Confusa me senté en un banco y abrí mi bolsa cutre de supermercado con la que Isa hacía pequeñas bolsitas para guardar los kleenex o donde albergar las cosas insignificantes de escaso valor ,salvo el sentimental`. Pues bien, una idea me llevaba a otra idea y mi cabeza era como una especie de yoyó donde pasaban muchas cosas, por eso elegí aquél banco frente a los rayos de sol donde sacar mi bocadillo y empezar a leer, espatarrada de cualquier forma como un mono; al fin y al cabo eso soy y quien me diga lo contrario, miente. Me han enseñado a hablar y a leer y a adquirir posturas imposibles que no son naturales, pero cuando haga cosas raras ,incorrectas o inconexas...recuerda que sólo soy eso, un simple mono que aprendió algunas cosas para no desentonar y ser metido en una jaula de cualquier zoo.
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