miércoles, 26 de junio de 2013

UN PASEO A NINGUNA PARTE

Las fuentes se habían quedado calladas con la caída del sol en aquella tarde de finales de verano.Salió del portal con aire señorial  y se dirigió con pasos lentos pero firmes hacia el lugar de destino.Un dos tres,un dos tres...su cabeza era en aquel momento un hervidero de emociones solapadas,sentimientos hambrientos por ocupar su lugar y una sombra de tristeza y mezquindad  que se hizo instalar en sus pequeños pero perspicaces ojos azules.
En la calle olía a un otoño que no andaba lejos y al que ella había prometido ser fiel en el nuevo trimestreque pronto comenzaría a dar sus frutos.Sonrió levemente con una breve sonrisa muda,callada y sus labios sonrosados dibujaron una finísima línea que formó durante una milésima de segundo los pequeños hoyuelos que antes de que su rostro se volviera más alargado y pálido,habían sido su tarjeta de presentación.
A pesar de los años que llevaba viviendo en la ciudad,no reconocía nada a su paso.Todo aparecía velado ,mudo ,en color sepia.Una sensación nauseabunda recorrió cada uno de sus  sentidos.
Miró su cartera de piel marrón a juego con sus diminutos zapatosde catálogo poco actual.Vió su reflejo al pasar por una bonita pastelería como una sombra,como si deun fantasma se tratase y llegó a la conclusión de que con aquél traje azul marino y la finita blusa blanca de topos parecía sacada de una revista de moda de los años cuarenta.
Poco a poco a medida que se iba a cercando a la zona roja,Sus pasos se iban haciendo más densos y el asfalto se movía bajo sus pies según iba avanzando .
Vislumbró con la mirada perdida el Paseo del Padro,el museo,las fuentes,Los Jerónimos...Un enclave idílico para cualquier cosa y para un atardecer como aquél.Suspiró...Un dos,un dos...turistas que la observaban y que ella veía con caras deformes como  hechas de cera derretida,como su corazón en aquél momento,que latía deprisa a pesar de estar hueco.
La Cibeles imperturbable y de nuevo una de sus vista nocturnas favoritas,aunque ahora que aún no había anochecido y con la desolación de un verano inconcluso que deseaba terminara pronto,el aire estaba impregnado de añoranza y de un misterio difícil de describir.Titubeó al intentar descifrar ónde quedaban los númerospares e impares de los edificios.
Dos pasos más ,un salto a la pta coja para no pisar las rayas del suelo y por fin allí se encontraba.
Al fin ,había llegado.El edificio se alzaba como un demonio y sintió un escalofrío antes de traspasar sus muros.Mara sujetó su cartera para adquirir algo más de seguridad y equilibrio ,en ella  llevaba todo lo que le hacía sentir menos temblorosa ante la situación que intuía se le presentaba.
Las cosas no le iban demasiado bien desde hacía mucho tiempo pero el hecho de que él volviera a su vida en forma de sobre lacrado en cuyo remite sólo había una extraña figura difuminada,le hizo regresar de nuevo atrás en el tiempo ,mucho antes de descubrir la terrible verdad;que su amor de cuento había sido una mentira ideada por una de las personas que más le habían influenciado en todos sus años de existencia.Nunca imaginó que detrás de aquél chico que parecía haber venido de otro mundo sólo se escondiera un hombre gris como el plomo cuyo único interés era el económico y el veneno que Javier le había ido vendiendo como justicia.Su propio padre había urdido el plan perfecto junto con el que fuera el amor de su vida.Ahora a Mara no le quedaba nada ,sólo sus recuerdos y su dignidad.Las piernas comenzaron a temblarle y tuvo que sentarse antes de entrar en el edificio donde sabía que vería por última vez a los dos hombres de su vida que habían trazado el gráfico de ascensos y descensos de sus días.No podía entrar así en la sala que presuponía de los horrores y enderezó sus delgadas piernas hasta Mallorca para tomar un café ,el último con sabor a desdicha y plagado de incertidumbre.La calle Serrano  se alzaba majestuosa y pensó en la biblioteca ,tan cercana y sonrió con tristeza.Fuera, la vida fluía y la calle poco a poco iba adquiriendo otro sabor con la gente que regresaba de  sus vacaciones.Los escaparates  decorados con cierto toque otoñal se le antojaban extraños con aquél sopor  que engullía todo.Intentó quedarse con esa postal y más repuesta retrocedió unos pasos hasta el edificio  de la plaza de la Independencia junto al Retiro.Respiró antes de subir y dejó caer ,como si flotara en el aire nebuloso ,el sobre que semanas antes había hecho temblar sus cimientos.Color crudo y con la figura del colgado cómo único remitente, la siniestra figura parecía mirarla  con cierto aire burlón y  autosuficiente desde el frío mármol del suelo del majestuoso portal.

2 comentarios:

  1. Hace tanto que no voy por Madrid, que me has recordado casi todos sus rincones....
    me he quedado con ganas de mas... de saber el final... cuentamelo!!

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  2. pues HABRÁ MÁS ,A VER SI ENCUENTRO LA FORMA DE SEGUIR SE ME OCURREN TANTAS Y A LO MEJOR ES ESO...DECIDIRME PORQUE CREO QUE ES UN PERSONAJE RECURRENTE EN MIS HISTORIAS.PUES ME ALEGRO DE QUE ASÍ CON EL RELATO TE HAYAS DADO UNA VUELTECITA,SABES A MÍ ME ENCABTA EN AGOSTO PORQUE SIGUE TENIENDOO VIDA PERO NO EL CAOS QUE ES!!!

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