jueves, 21 de febrero de 2013


ALGO MUY SINGULAR
 
 
El libro cayó de la polvorienta estantería y estalló de júbilo.Por fin ,se dijo,frotándose las manos como un niño ante un regalo por abrir. Era un día lluvioso de aroma a café y pensamientos ensimismados y contagiosos.Como cada mañana,la pequeña guardiana  se  refugió al calor de la ansiada rutina.Colocó los últimos ejemplares recién llegados de una de las colecciones más aclamadas,repasó su metódico listado de tareas por realizar y se permitió la licencia d atravesar con sus diminutas gafas de duende los ventanales que daban al paseo.Allí con aire despreocupado un grupo de amigos proclamaba su revolución y dos hombres de mediana edad rememoraban los buenos tiempos del café Gijón.Todo parecía ir a cámara lenta y Eloísa observaba con cierta envidia vidas ajenas.Le daba pereza volver al trabajo,prefería imaginar historias,redecorar vidas de extraños.Ajustó las gafas que resbalaban de su diminuta nariz y siguió observando el aroma de las calles de la ciudad.Las prisas y lo esencial parecían no tener sentido desde allí.Por un momento se sintió valiente y poderosa y se mordió los labios de sabor a cereza para darse cuenta de aquella certeza;y cayó en la cuenta...y explotó.Ya no viviría por nadie,ya no sería de nada ni nadie y como una nebulosa, por primera vez en muchos años se sintió ligera,sin peso,espumosa.Cerró los ojos y saboreó por un instante el olor a madera,a historia y a siglos.Con aire mucho más infantil y despreocupado paseó sus ágiles y delicados dedos por los libros que deseó fueran suyos y durante aquél momento todo le perteneció.Los libros aplaudieron su osadía y le hicieron los honores cuando dejó todo como estaba...manuscritos por catalogar,su interminable listado de tareas y la pequeña estantería del último pasillo.Decidió acercarse una última vez al lugar de los libros olvidados y la acarició...y suspiró.Cuántas historias había vivido a través de aquellas páginas amarillentas con olor a tabaco,co olor a otros tiempos.Olvidada, discordante y pequeña;pero mágica,intensa,expectante.
  • Había llegado el momento,su momento.Había tomado una decisión,y justo  cuando iba a dar media vuelta reparó en él.Cubierto por una pequeña y apenas perceptible capa de polvo y sosteniendo la desvencijada estantería de los libros olvidados, el pequeño ejemplar la observaba con cautela.Eloísa lo recogió con sumo cuidado y tras acariciar su tapa color verde aceituna con letras doradas lo abrió por la página del día en el que se encontraba que era ya una costumbre, y leyó...y se revolcó en cada una de sus sílabas sin apenas dar crédito...pues decía así."Eloísa abandonó la biblioteca y cerró de un portazo los malos presagios,los malos recuerdos...dejó su acreditación sobre el mostrador y bajó las escaleras casi sin rozar el suelo.Pasó a la velocidad del rayo deseando beberse la vida a sorbos y nunca más envidió vidas ajenas,vidas extrañas.Y como ser único,pues no era de nada ni nadie,supo que su vida ya sólo estaría hecha de buenos momentos."

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Me alegro mucho! algunos escenarios te sonarán de la ciudad llena de "gatos" ,gatos como tú y como yo!

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