jueves, 28 de febrero de 2013


CANCIONES PARA NO OLVIDAR
 
 
LA ORILLA DE CARLA

Con  la magia de un  ilusionista  el castillo emergió de las aguas, al fin una  tarde de arena y sal.  Supo  que  había  llegado el momento, y al fin tras la larga  espera, el vigía se convirtió en Robinson. Cogió la radio que Carla le regaló años atrás y la pesada mochila y sin apenas fuerzas remó  para encontrarse con ella. Se deslizó por el camino tantas veces sepultado por el mar y con una última canción esparció sus cenizas para luego fundirse con ella en el abrazo final.

 
CARTAS EN EL CAJÓN

Con Nina Simone de fondo, Paula acaricia las letras que pronto serán cenizas. Ni un solo  error, sentencia mientras deja de lado  la  danza que precede la calma. Primera celebración coronada   por   una   sonrisa  metálica  que  corta  el  aire. Sabor a  culpa  regada con  un buen  vino  y  un ligero aroma  a incienso que  suspende  el tiempo, el que  no tiene. Quedarse, nunca una elección,  y prepara una maleta donde esconderá un cepillo para la  culpa y un asesinato.

 

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