jueves, 28 de febrero de 2013



VIENTO DEL NORTE



La chica del abrigo de lluvia se asomó al Balcón de Europa e intentó buscar los restos del naufragio.Una melodía atronaba sus oídos aunque sólo fuera un susurro.Era un día de frío y de lluvia y  se dedicó a observar a su alrededor.Todo desierto,nadie haciéndose las típicas fotos con el mar de fondo junto al cañón como años atrás también había hecho ella.Al fondo entre la distinta oferta hotelera con diversos sabores, la iglesia del pueblo  asomaba muda y sin fiesta.Sin turistas de paso y sin sus puestos de libros. Nadie por las calles, ni siquiera sus compañeros los gatos salieron a saludar.  Se preguntó dónde estarían todos y por un momento se sintió la protagonista de una película de terror de bajo presupuesto.Como siempre...esa imaginación para todo.Para suponer lo peor y engrandecer lo mejor que tan malos resultados le había dado...siempre anteponiéndose a los hechos, aunque para su maltrecha suerte,pocas veces se había equivocado. Atisbó en su  memoria un rayo de sol y pudo ver con suma nitidez y  años  atrás ,suspendida en el tiempo, a la pareja que bailaba tangos y al chico rubio de rastas que hacía pulseras de cuero y suspiró... Lucas, "el argentino". Con sus pequeñas marionetas y su historia peculiar y esa sonrisa que desarmaba todo lo que a ella le hacía sufrir. Siempre con lo puesto,dispuesto a marcharse hacia donde fuera buscando el sol. Con mil y un sueños como único equipaje.
Presente ahogado.Claudia sin sol,Claudia sin luna...sepultada en el pueblo fantasma de sus recuerdos; en una mañana fría de un día cualquiera,rasgado de un calendario  sin más hilo conductivo que esa férrea monotonía a la que sujetar sus días más oscuros. Un día sin sol de un año sin fecha y de un amor olvidado.Buscó en el bolsillo de su abrigo que tapaba todos y cada uno de los rasguños a los que le había sometido la vida y sacó un pequeño mechero plateado con sus iniciales..."L.A.", era todo lo que le quedaba. Se aferró a él como si se le fuera la vida y contó despacio  ahogando cada   suspiro.Y contó...y acarició con los ojos cerrados cada primavera ,cada otoño con él y miró a los barcos lejanos y deseó ser otro otra cosa,quizás otro ser.Un animal cualquiera, o un barco para ir en su busca y borrar de un tachón aquellos días pintados en tinta oscura como el petróleo . Quizás aún no era tarde para ser pájaro y volar hacia él con lo puesto y dejar todo atrás, sin suponer ,sin anticipar.Tan sólo con la verdad en busca de su   astro rey.

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