lunes, 8 de abril de 2013


AGUA EN MOVIMIENTO

No lo sé, no tengo la certeza pero supuestamente todo está conectado. Necesitas tiempo a veces o estar muy despierto para darte cuenta. A veces es un objeto el que te manda un aviso, otras una casualidad, un encontronazo...o el hecho de encontrarte por todas partes a alguien a quien no veías hacía un siglo o dos. Ayer fue un día especial y hasta hoy no había pensado que era siete. Un día de sol aunque algo frío y un buen madrugón para llegar a Úbeda y aprovechar el día al máximo.
La tranquilidad que se respiraba en cada esquina me devolvió a un relax olvidado y el hecho de poder hacer por unas horas lo que me diera la gana...de un valor incalculable. Sabía que tenía que ir a la Sinagoga del Agua, pero la encontramos de pura casualidad y casi cuando la visita estaba cerrada.
Fue un instante magnífico traspasar aquellos muros cargados de historia y durante unas horas poder atisbar algo de una vida real en otra línea temporal. A medida que mis ojos se acostumbraban a una luz más tenue más se desplegaban todos mis sentidos para poder apreciar todo aquello.
En la parte más subterránea de la sinagoga, todo preparado para el ritual del agua. Siete escalones y un agua cristalina que se purifica de forma natural a través de las rocas. Yo me sentí renovada con todo aquello y mi imaginación empezó a volar...todo está conectado y dicen que vivimos muchas vidas. Yo sólo sé que casualidad o no el número siete está muy presente en mi vida, que conocí este sitio tan recóndito y sagrado un día siete del séptimo día de la semana y que me entusiasma el agua y las granadas siempre llaman mi atención...¿es todo una mera casualidad?

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