EL COLOSO EN LLAMAS

Aunque haga sol y calor, para mí es como si estuviera nublado y no hubiera amanecido. Constantemente escuchamos palabras que en ocasiones están cargadas de sentido y que a veces tienen un poder algo reparador para ti ,y te preguntas como adecuarlas a tu situación para poder ver la luz del sol aunque sea a través de una cortina. Y lo intentas...y sigues; y te escabulles un día en tu manta de colores y otro día observas la vida desde la terraza mientras miras al cielo por si hay alguien ,y lanzas una mirada socarrona y con ira mientras haces un sonoro corte de mangas. Hay que ser positivo, hay que buscar la felicidad, está en nosotros mismos...y ese sinfín de palabras y frases que cuelgas en una red social y que cuando todo se desmorona ya no encuentras ni siquiera las letras para juntarlas y colgar en tu corcho esos mantras que te ayuden a seguir. A veces siento algo de pudor al hablar tanto de mí pero es inevitable, ahora no salen relatos ni historias y en eso doy la razón a algún escritor artífice de tanto amor a las cosas pequeñas ,cuando escribo vacío mi mente y lleno algo el corazón. Hoy uno de mis mejores amigos nos ha eliminado a todos de sus contactos como hice yo hace unos días en una rabieta de esas de niña pequeña que lanza un grito de silencio, aunque lo último que quiere es que la dejen en paz. Al principio me ha dado pena, pero ya tras mi café no he podido por menos que echarme a reír, ¡ay ! que pequeño es él también, con sus cuarentaytantos y su metro ochenta. Un chico que visto desde fuera podría ser la envidia de muchos, pero sufre tanto por todo y se ahoga en vasos día sí día no. Hoy yo ,que tengo que lidiar con todo y en un momento en que la familia que creía mía, aunque fuera sólo política, me ha desterrado porque mi chico y yo hemos decidido darnos un tiempo...yo sacaré fuerzas y seguramente le llamaré para ver cómo está porque quizás ese es el problema que tengo, que me cuesta ver a la gente cercana así aunque yo me esté zampando un desastre colosal.