CUADERNO DE BITÁCORA

Mañana es un día de ensayo, de vuelta, de retorno. Siempre imaginas, tachas y emborronas para trazar un camino imaginario que te lleve de la mejor forma hasta lo que buscas o ansías. Algunos dirán que lo importante es el camino, yo creo que todo, sobre todo cuando siempre hay tantas trabas para conseguir un sueño, aunque este sueño sea pequeño o sencillo como comerme un algodón de azúcar(aunque ahora que lo pienso, ya no son tan fáciles de conseguir tampoco)
El caso es que hay acciones que no puedes delegar, pero otras...jamás pensé que alguien pudiera llegar a estresarse tanto sin necesidad, así que he tenido que escabullirme con mi mejor sonrisa para poder encontrar mi ratito en una mañana de sol que era un regalo. Por qué tenemos que tener todo repleto de cosas y tenemos que llegar a todas partes? Mañana es el día, de regreso a las preguntas incómodas, aunque quizás lo son más mis respuestas. Este miércoles comienzo nuevo cuaderno con nuevos deshábitos, a ver qué tal; y ante las preguntas típicas ,diré que todo va perfecto ,que las Navidades...fabulosas, total ...dicen por ahí que  me entretengo con cualquier cosa, apenas necesito, salir y mis tareas pues a mí me vienen genial porque así no pienso tanto en los problemas. Y yo me reiré por dentro y sé que me imaginaré subida a lo  Walter Mitty a un patinete recorriendo mundo, porque mi cabeza estará muy lejos cuando me hablen de lo mucho que se han pasado en Navidad y en ocasiones las conversaciones se vuelvan  tipo "Mujeres ,hombres y viceversa" estaré muy, muy lejos...lo bueno, que apenas  se nota, una parte  mía sigue allí. Asintiendo, pestañeando ,sonriendo a medias  mientras estoy con la melena al viento derrapando o  tumbada en mi playita de arena dorada o ...¡quién sabe! si me levanto con mal pie ,puedo estar echándoles sal y limón a  algunas personas en los ojos mientras aparento esa serenidad que la gente quiere apreciar. Esa serenidad aparente,que no molesta ,no incordia. Incolora e inodora,que no quema, ni amordaza pe
ro que tampoco sabe a nada.
Y he descubierto que a mí me gusta el sabor de las cosas, aunque a veces disten mucho de saber dulces o en su punto de sal.