domingo, 12 de enero de 2014

HACIENDO AMIGOS

El café se deshacía en halagos, sonrisas. Me miraba  con un corazón desdibujado mientras leía mi alma. Al revés que otros, que sí tenían cuerpo, él no. Pensaba, divagaba mientras trataba de unirse  a mí para acercarse a una charla divertida y amena. Me  reía las  gracias y me cogía de la  mano para que no me cayera en una tarde de domingo en la que sólo encontraba gatos y palomas.Me incitaba a escribir y a no soltar la pluma ,como los zapatos rojos del cuento que hacían bailar sin parar hasta quedar exhausta. Otro sorbo, me fundo en un beso que queda impregnado en el borde blanco de la taza y busco el humo.
 Mis ojos castaños se funden en su profundidad y el corazón inicial desdibujado da paso a un ligero interrogante, con o sin respuesta, pero siempre preguntas. Los gatos somos curiosos, no podemos evitarlo. Otro beso más que me sabe a lo mejor, a infancia, a largas charlas y a prisas cualquier mañana para ponerme las pilas y darme brillo, pues siempre voy descompasada ; unas veces lenta, demasiado...otras ,a una velocidad que ni yo misma creo. Y es justo en el mejor momento, cuando estamos tan compenetrados, cuando toca el adiós con el último sorbo.
 Ya se sabe ,lo bueno dura poco o se nos hace demasiado breve. Hemos quedado otra tarde, pero de momento, él se ha convertido en espuma; pero  en espuma de mar, pues sabe que es la que a mí me gusta de verdad.

2 comentarios:

  1. Espero entonces que sean más frecuentes las tardes en que e esa espuma se materialice.
    Besos.

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    1. Haremos todo lo posible y si no se puede, pues por soñar que no quede.Un besooo!

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