sábado, 19 de septiembre de 2015

LIMÓN,SAL Y PIMIENTA

Que os larguéis,he dicho.Fuera,pequeños muñecos,marionetas...y sombras chinescas de la pared.
Alejad de mí todas esas sonrisas de papel celofán envueltas en perfume de cerezas y licor de miel.
Me empalaga,me da asco.No soporto no poder decir,no mirar con velos y no descifrar ningún enigma.
Os habéis acomodado en la existencia y habéis hecho del paso del tiempo una cuna con sonrisas de trazo carbón y ojos velados,sin brillo,como el cigarro que estrujo en el cenicero.

Aguanté por un tiempo porque no veía,mis gafas de pasta de color morado estaban desgastadas,la miopía subió de repente...y todo me parecía normal,la vida,lo usual.
Pero... llegó el ciclón y después de un ciclón,discúlpenme caballeros y señoras:
pero ni los platos están en su sitio ni la vida se ve igual,yo de hecho aún trato de encajar las partes de mi cuerpo,es como si desde entonces nada pareciera estar en su sitio.
Al principio te revelas ante el desorden porque todos dicen que debes continuar,que no te puedes frenar,que la vida sigue.

¿Pero qué vida?
Ya no te importan ni los cuadros,ni los platos ,ni te sirven los quehaceres que a ellos les valen.
Ni  los sábados iguales,ni los fines de semana sin azúcar ni sal jugando a la vida y la familia perfecta.Tiene que haber algo más,después de este desastre
Y no puedes más,no soportas su aroma de cereza ni las sonrisas de papel.
Te has fundido con el fenómeno y te has vuelto ciclón par a poder seguir y quien te para desaparece,bien por su propio pie ante el olor a gasolina...bien porque la alergia le ha empezado a descamar y cree haberse contagiado de ti.

 Se expurga el amor,la pasión,vida,compasión nostalgia o tristeza  . que no sabe soportar y como los gatos anda buscando su arena con la que tapar.

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