El viento de levante amenazaba con llevarme en volandas aquella tarde de principios de primavera mientras esperaba el autobús de la línea siete que me llevaría al casco viejo de la ciudad.
Sujetaba con fuerza la carpeta con todas las dedicatorias de los compañeros del Liceo, como recuerdo del último día en que nos vimos para dar la bienvenida a las vacaciones de verano .Había pasado casi un año y el sprint final se me hacía algo más angustioso entre mis nuevos compañeros de clase bastante menos divertidos e ingeniosos y que pensaban que mi acento requería de un tremendo esfuerzo, que no era lógico en Cádiz; así que sólo me quedaba mi carpeta , mi música y la certeza de que cualquier día aparecería Javi para hacerme un poco más llevadero aquél tiempo en tierra de nadie. Hoy sólo sé que aquello era la forma de sujetarme a la Tierra y no salir despedida hacia el espacio exterior en medio de tanto cambio como: la inminente y nada amistosa separación de mis padres y el traslado a otra ciudad por tercera vez. Justo ,cuando disfrutaba con mi amiga Susana de mis primeros zapatos de plataforma ,desgastándolos todo lo que podía y más; los primeros calimochos y las fiestas nocturnas en la playa.
Sujetaba con fuerza la carpeta con todas las dedicatorias de los compañeros del Liceo, como recuerdo del último día en que nos vimos para dar la bienvenida a las vacaciones de verano .Había pasado casi un año y el sprint final se me hacía algo más angustioso entre mis nuevos compañeros de clase bastante menos divertidos e ingeniosos y que pensaban que mi acento requería de un tremendo esfuerzo, que no era lógico en Cádiz; así que sólo me quedaba mi carpeta , mi música y la certeza de que cualquier día aparecería Javi para hacerme un poco más llevadero aquél tiempo en tierra de nadie. Hoy sólo sé que aquello era la forma de sujetarme a la Tierra y no salir despedida hacia el espacio exterior en medio de tanto cambio como: la inminente y nada amistosa separación de mis padres y el traslado a otra ciudad por tercera vez. Justo ,cuando disfrutaba con mi amiga Susana de mis primeros zapatos de plataforma ,desgastándolos todo lo que podía y más; los primeros calimochos y las fiestas nocturnas en la playa.
Cuando llegó el autobús ,sentí una punzada al pensar que me quedaban pocos meses en Cádiz y que pronto dejaría la playa de la Victoria, el Baluarte , la Plaza Mina, el aire de carnaval y las horas de trabajo como todas las Navidades en el Bahía Sur. Y sabía que sería un para siempre.
Hoy, el viento, aunque no es de levante me ha devuelto a aquél tiempo y lugarnveinte años después. Mucho he dejado atrás y mucho de aquello está y perdura en mí.
http://www.youtube.com/watch?v=T7O8tDSCbVY&feature=player_detailpage¿Dónde está el cielo?
¿dónde está el sur?
¿qué nos conduce hasta su calor?
Mira mis manos
tatuadas de mar
guardo tu invierno, en un vaso azul.
Sigo el camino
que lleva directo a Cádiz
vuelvo a la tierra
vestido de arena y de sueños
verde, amarillo
de sombras y brillos, en Cádiz
tablas que buscan
seducen y vuelan al viento.
Entretejidos
tus besos, los míos,
retan al viento, que hace olvidar
¿dónde está el sur?
¿qué nos conduce hasta su calor?
Mira mis manos
tatuadas de mar
guardo tu invierno, en un vaso azul.
que lleva directo a Cádiz
vestido de arena y de sueños
verde, amarillo
de sombras y brillos, en Cádiz
tablas que buscan
seducen y vuelan al viento.
Entretejidos
tus besos, los míos,
retan al viento, que hace olvidar
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