AIRE DE LEVANTE

Hay días de todos colores.Días de plomo como hoy,días de tierra mojada como ayer,días que no quieres que acaben y otros que te meterías formando un iglú bajo el edredón.
Pero los días en los que sólo te cruzas con gente extraña,esos son de campeonato.Empiezas a dudar de tu propia cordura cuando te los cruzas pero esperas que no te salgan a tí tentáculos si te rozan.
Ir a mi antiguo barrio me llena de tormentas y mi forma de preguntar ccon mi acento aún suscita extrañeza y suspicacia dependiendo para quién.Lo asumes y sigues con tu particular danza diaria esperando solucionar algún trámite burocrático que te de algo más de paz,pero no.
Un error por las prisas ha hecho que lleve documentos de otro familiar y ya en el banco mi estómago seha encogido por la pena.Como es habitual el lameculos del banco no está y todo lo que acordé en otra sucursal se ha perdido en el olvido porque no saben a dónde ha ido a parar ni el documento ni la petición.Toca seguir esperando.La chica con ojos de búho me mira atónita cuando se lo explico y doy muestras educadamente de mi indignación.Es la primera vez que me toman en cuenta en esta entidad y me llaman por mi nombre convenciéndome de que lo solucionarán.No sé yo..desconfío de este sistema tan castrante por todas partes.No paran de intentar repartirme propaganda electoral y un hombre mayor delante mía le dice al muchacho que ojalá se mueran todos los políticos y que no le sale de los cojones votar.
Hace aire y me cuesta andar.Las piernas me pesan con los cambios de tiempo y mi talasemia se adueña de mí,así que una cañita para pasar el traguito del largo camino hasta casa.
Un trámite más y cojo el autobús,otro intento fallido porque hemos intercambiado las tarjetas de crédito y hay una cola del copón.Nada,a casita a comer que necesito salir del barrio,llenar el agujero que tengo en el estómago y descansar.
Total que el partido reza así:cosas resueltas 0-gastos para animarme 3;y es que he encontrado en un mercadillo una camiseta de The Smiths por un precio de chiste y un colgante con un gato negro por el precio de un sello de provincia...y mi cañita fresquta.
Bueno,la cosa no ha ido tan mal me digo deseando dejar tanto dolor en aquella zona que me recuerda tanto a mi madre y a mi etapa feliz familiar y miro a lo lejos mi antiguo lugar de trabajo que ahora es una tienda de colchones.Me dirijo al autobús y espero mi cola,pero un señor quiere que pase primero porque una dama es una dama.Yo le digo que no hombre,que estaba primero y que vaya tontería...y se ofende.Me regaña diciendo que siempre tengo que hacer caso a la gente mayor y con el pelo blanco...ummm,esto no lo veo,no...jjaajjaja
Bueno,me rio quitandole hierro y busco un sitio y me pongo al lado de un chico con vestimenta "chavista"que está sentado como en el sofá de su casa y que no deja de mirarme hasta el punto de hacerme sentir muy incómoda.Miro por la ventanilla y cree que le miro y sigue con la mirada fija,no sé muy bien si me mira como insecto o como un helado de chocolate.Hay miradas que no sé muy bien cómo entender,pero aún sigue la función.
El autobús huele a cebolla que da gusto y empiezo a marearme,pero en esto que llega un hombre que parece sacado de un sketch y al que medio autobús conoce.
Los hombres y el chico que está a mi lado le saludan con una especie de gruñido y tengo que aguantarme la risa no sea que se lie la cosa.Respiro y miro a la gente que va por la calle con sus quehaceres y sus vocecitas internas que los engrandecen o los sepultan.
Uyss,lo que me falta,otra de mis etnias favoritas.Dos señoras(bueno una es de mi edad creo yo pero de esa guisa parece mi tía)vestidas de "beis",con sus mechas alisadas y sus perlitas...hablan de los niños y critican a los de tal y cual porque ya no salen en procesión y obligan a los suyos a que salgan en una u otra aunque ellas reconozcan que se aburren un poco vendo pasos.Yo alucino ante tan poco sentido común que ya vemos que de común tiene poco.
Así que cuando al fin llego a mi parada,me siento con un hambre voraz y como si hubiera corrido por el campo con chinos en las zapatillas y con dunas de medio metro.
Me quedaría toda la tarde en casa pero he quedado para un café y esta vez ya no lo puedo postergar.Pero como el día va así sé que tengo que ir preparada con doble ración de humor y una buena coraza para llegar a casa indemne.No me equivovo y vienen los reproches de que no llamo,de que qué ocupada y no sé como pero me siento muy pequeña en mi silla cuando veo que se ponen las dos personas que tengo a mi lado a hablar de plagas,ratas y cucarachas.
Esto es bastante "Muchachada" cuando la conversación se alarga más de la cuenta hablando del mismo tema.Ha empezado a picarme todo y no me apetece mucho ya ni el café,menos mal que llega Paco para contarnos sus historias y hacerme pensar en otra cosa.Y es que hay días donde aún sin lunas llenas ni eclipses en los que todo el mundo parece haberse tomado algún tipo d medicación...o por el contrario la han olvidado en la mesa del comedor.