CUENTO LISÉRGICO

El chico de los ojos de gato ha venido esta noche a verme.Al principio me asusté cuando me acarició la cara para ver si estaba dormida.El caso es que como casi siempre ocurre,aparece cuando parece que he conciliado el sueño.Anoche me costaba encontrar la postura y miraba las sombras que se iban formando en el dormitorio a la vez que la percha parecía cobrar forma humana.Me froté los ojos y aunque sin ningún tipo de lente mi visión es bastante borrosa,su silueta y esos ojos brillando en la oscuridad difícilmente podían confundirme.
Es la única persona que consigue sacarme de cualquier fase del sueño.Lo mejor,que nunca viene a decirme nada novedoso,ni a darme la solución a algo que consulto con marialmohada.No,me coge de la mano mientras tira de mi voluntad y hace que me siente en una silla.Me acomoda y empieza a contarme unas cuantas historias con esa voz que tanto me hace reir.LLeva puesto una especie de babi de rayas y tiene algunas ojeras,pero cuando me mira o sonríe ante mi atenta mirada parece el personaje perfecto de ese cuento que aún no he sido capaz de escribir;y cuando parece hacerse ás grande y adulto,crece en función de las palabras que escoge al hablar,creo que podría enamorarme de él.Nada de lo que me cuenta es aleatorio o está escogido al azar pero aún cada vez que aparece junto a mi cama y me lleva al salón y me sirve unos espaguetti que ni el mejor cheff sería capaz de preparar,mis ojos se llenan de calma y centellean para alumbrar la mesa preparada para dos y los suyos se llenan de circunferencias como los de un gato...hasta que retira mi silla diciendo,ves ,ya te estás quedando otra vez dormida.Tendremos que continuar la charla otro día.Entonces,aparta mi silla y me coge de la mano para llevarme de vuelta a mi cuarto.
Cuando despierto se entremezclan varios recuerdos y no se muy bien distinguir realidad de ficción.A los pies de mi cama hay una especie de bata de rayas y una nota con letra ininteligible.Son las diez y al tocar dicha hora, el viejo reloj de cuco me resulta extrañamente familiar.Desde su balconcito,un pequeño hombrecillo vestido con esmoquin y pajarita me saluda sonriente agitando una especie de pancarta que dice en mi idioma:

BIENVENIDA AL MUNDO DE LOS DESPIERTOS

Pero cuando me acerco para que no se me escape nada,veo dibujos y símbolos nada más.
La puerta de su diminuto hogar se cierra,pero mientras se aleja deja una bonita melodía elaborada de sonrisas,bonitos atardeceres y besos de sal y helado de chocolate.
Se entremezclan a su vez en esa música las frases entretejidas de los libros que nunca olvidé y dejé de leer.El aire huele a spaguetti.
Las paredes hacen sombras con los rayos de sol y parece que estoy inmersa en un universo tridimensional,lleno de formas redondas y suaves sin líneas ni aristas ,sin esquinas...y decorada solo con ojos de gato.