Me despierto sin saber dónde estoy, porque el día de ayer me sentó fatal. Demasiado ejercicio , caras nuevas y las que me conocieron cuando despuntaba.
Todo cambió y quien me destrozó entra de nuevo en mi vida diciendo que está y con ánimo de recuperar, de recomponer las piezas del puzzle que desencajó. Yo ,espero señales, marco los tiempos y no me dejo arrastrar; pero aun así es raro, mi madre no está y él que se ama sobe todas las cosas sí.
Y me siento a la deriva, porque después de todo es quien queda...y mi parte sabia se rebela y no puede más;de hecho, me sale sarpullido porque su despotismo hace que me caiga hasta mal.
¡Despierta! El café alimenta mis sentidos ,destensiona mis músculos y me hace olvidar. Pero todo a mi alrededor aprieta, aprieta mi alma y la constriñe pues me veo como en una película de la que no soy espectador.
Tranquila," me digo" ,pero ...TU NOMBRE ENVENENA MIS SUEÑOS
Los sueños, sueños son .Pero es entonces justo cuando aparecen en escena mis miedos, presagios y un nuevo interrogante que no quería ver. Mi sueño me dice cosas que no quiero oír ni descifrar , por miedo o porque no me gusta. Irritantes, incompatibles, pero tangibles y palpables. Como un mazazo, el chico de rasgos profundos me dice que me querrá siempre, que me entiende aunque no pueda ser; y aprieta mi mano con calidez mientras me besa con infinita ternura hasta sabe Dios cuándo porque se tiene que ir. Yo le busco porque me he quedado desconcertada sin más, porque era lo que quería y ni lo sabía. Abrazarle sin más, reír y llorar. ;decirle lo estúpidas que somos las personas.
Pero (siempre llega "Don Pero") me he despertado empapada en sudor ,sin saber dónde estaba, sin saber si era real; y de vuelta a una realidad que quizás no quiera traspasar.
La mañana todo lo diluye, pero en otra dimensión, todo ha sido no como esperaba...sino más.
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