Hoy he perdido dos cosas , nada importante. La otra sandalia en algún rincón del coche tras un dia de playa,;la segunda ,el anillo del pie que se habrá quedado enterrado entre arena y conchas tras mi primer baño de la temporada. Los primeros rayos de sol y el agua salada me han devuelto de nuevo y todo estaba en sintonía. Allí he dejado la maleza, lo que estorba...lo que pesa. Es curioso como algo tan simple te puede hacer renacer, cómo tomar distancia pone cada cosa en su lugar. No sé cuánto durará pero de momento no puedo ni quiero pedir nada más, pero que vengan domingos de arena y sal y de despreocupación. De arena en los lunares ,de pies descalzos y siestas con la música del mar.
Terapia de reconexion. Será porque el marnos ddevuelve a la naturaleza
ResponderEliminarYo desde luego debería tenerlo recetado al menos una vez al mes. La verdad es que el ritmo que llevamos muchas veces es antinatural...y pasa factura.
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